En Toledo ya es Navidad. En rojo, dorado, plateado y azul. El encendido del alumbrado navideño más madrugador, potente y con más presupuesto  de los últimos años, convierte Zocodover en una fiesta con música de una ‘Big Band’, con 200 músicos del Conservatorio de Música ‘Jacinto Guerrero’, y chocolatada para los asistentes, que abarrotan la plaza. Entre ellos la alcaldesa, Milagros Tolón, quien presionó, ayudada por unos niños y junto a varios concejales, el botón de encendido del alumbrado y destacó que son más de un millón de puntos de luz tipo led, 300.000 más que las navidades pasadas, con 300 elementos decorativos colocados principalmente en el Casco histórico pero también en otros barrios de la ciudad.

La iluminación extraordinaria de Navidad vuelve a ser tradicional, apostando por diseños de bolas y estrellas, y deja este año novedades como el abeto de luz, en rojo y dorado, de más de 15 metros de la plaza de Zocodover, que luce más bonita que nunca con el alumbrado artístico de la fachada de la Delegación del Gobierno.

Se suma al tradicional pino de luz de la avenida de Madrid, frente al edificio Toletvm, que este año repite, como también los hacen los arboles de colores -en fucsia, azul y blanco- adornando la rotonda de la Puerta de Bisagra, convertida en otra de las ‘fotos’ de Navidad.

También novedoso es el diseño del pórtico de la calle Ancha, las anteriores navidades con dos grandes estrellas y en esta ocasión con una sola gigante en el centro. Las lámparas renacentistas que solían iluminar las Cuatro Calles han dejado paso esta vez a unas bolas de grandes dimensiones y distintos colores.

Prácticamente todos los elementos decorativos de la Navidad toledana son nuevos respecto al año anterior, aunque quedan clásicos como el toldo de luces de la calle Comercio,  que evocan a los de tela blanca colocados para el Corpus, la fiesta más importante de la capital.

La iluminación de los puentes históricos, que arrancó a comienzos de legislatura, ya está completamente consolidada y este año el Puente San Martín cambia de motivos respecto al año pasado.

También se han renovado algunos elementos extramuros, por ejemplo con un abeto en la plaza de Azucaica y nuevos motivos en Valparaíso.

Y es que, Toledo ha convertido su alumbrado navideño en un atractivo más en estas fechas. Un alumbrado que en 2018 cuesta al Ayuntamiento de Toledo 208.000 euros, el presupuesto más alto, como mínimo, de la última década, instalado por la empresa decana en este sector ‘Iluminaciones Ximénez’.

La programación navideña ofrece más de un centenar de actividades que concluirán con la cabalgada de Reyes del próximo 5 de enero y con los ya tradicionales fuegos artificiales desde el Alcázar.