A los depósitos del Cerro de los Palos llega el agua como se ve en las orillas de los pantanos de Guajaraz y El Torcón. De unas piscinas a otras el agua se depura de impurezas y se clora para que salga por el grifo sin olor, sin sabor y sin color. Esa transformación la han podido conocer in situ esta tarde un grupo de vecinos a los que el Ayuntamiento de Toledo y Tagus les llevó a conocer el sistema de abastecimiento de la ciudad, yendo primero a uno de los embalses de los que se capta el agua, Guajaraz, y luego a los depósitos más importantes de la ciudad, los del Cerro de los Palos, donde se potabiliza el agua que llega tanto de Guajaraz como de El Torcón.

«Algunos nos han preguntado si de verdad llevábamos el agua desde el embalse hasta aquí y cómo lo hacíamos», comentó la concejala de Servicios Públicos y Sostenibilidad, Eva Jiménez, «la gente no es muy consciente de cómo es el sistema de abastecimiento de la ciudad y es relativamente complejo para la población que somos».

El sistema coge agua de esos dos embalses, pero además también cuenta con la fuente de Picadas que llega a los depósitos de Buenavista, donde se puede distribuir hacia esa zona de la ciudad y el Polígono. En tiempos de sequía también se puede bombear al Cerro de los Palos para que llegue a todo Toledo.

Jiménez recordó que en los embalses de captación está prohibido el baño y restringidos los vertidos. «Lo tiene que controlar la Confederación Hidrográfica del Tajo y confiamos en que lo hace», expone. En Tagus, por su parte, hacen controles que van más allá de lo que exige la ley. «Hacemos controles continuamente», confirmó Jiménez, que estuvo acompañada en la visita por  el gerente de Tagus, Luis Soto.