España con otra mirada

SPC
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Entre 1956 y 1963, con la censura en plena actividad, un grupo de fotógrafos plasmó el pulso real del día a día en las calles del país

Una España que no paraba de ganar terreno al mar para levantar hoteles que acogieran a los turistas llegados de todo el mundo, dispuestos a colonizar sus playas; una España mojigata, costumbrista, tradicional y beata hasta la médula; una España machista, inculta, violenta, hambrienta, rencorosa y con heridas de guerra aún abiertas. Esa era la España en blanco y negro que el régimen franquista no ensalzaba en el NO-DO; la que muchos querían ocultar más allá de sus fronteras; la real, que latía día a día en su calles a medio asfaltar.

Corría el año 1956 de esa España, una época oscura en la que la maquinaría de la censura nacional funcionaba a pleno apogeo, cuando un grupo de fotógrafos modernos con sede en Almería se unió en torno un proyecto común: una revista llamada Afal. Fundada por José María Artero y Carlos Pérez, estuvo en los kioscos hasta 1963, dejando para la posteridad un legado que fue mucho más allá de una mera publicación periódica, y que conformó la herencia del también llamado Grupo Afal. 

La independencia de sus planteamientos y la frescura de su tono atrajeron enseguida a profesionales inquietos de todo el país y, así, se convirtió en el motor de la renovación de la fotografía española después del período de posguerra. Una llamada a la modernidad, en forma de instantáneas, que ahora regresa a la actualidad de la mano del Museo Reina Sofía de Madrid y la exposición Una aproximación a Afal: Donación Autric-Tamayo, 

Esta muestra, que podrá visitarse hasta el próximo 19 de noviembre, se nutre de una selección de la reciente donación excepcional realizada a la pinacoteca por Adolfo Autric y Rosario Tamayo -formada por alrededor de 650 fotografías-, que ha hecho posible la investigación de archivos y la adquisición de importantes copias de época y material todavía inédito. 

La exposición, organizada en el marco de PhotoEspaña 2018, reúne la obra de 13 reconocidos fotógrafos: Joan Colom (Barcelona 1922-2017); Gabriel Cualladó (Massanassa, Valencia 1925-Madrid 2003); Francisco Gómez (Pamplona 1918-Madrid 1998); Gonzalo Juanes (Gijón 1923-2011); Ramón Masats (Caldes de Montbui 1931); Oriol Maspons (Barcelona 1928-2013); Xavier Miserachs(Barcelona 1937-1998); Francisco Ontañón (Barcelona 1930-Madrid 2008); Carlos Pérez Siquier (Almería 1930); Leopoldo Pomés (Barcelona 1931); Alberto Schommer (Vitoria 1928 – Madrid 2015); Ricard Terré (Sant Boi de Llobregat, Barcelona 1928-Vigo 2009); y Julio Ubiña (Santander 1922-Barcelona 1988).

A partir del relevante trabajo de este grupo reunido durante más de 20 años por la familia Autric-Tamayo, Laura Terré, hija de Ricard Terré y comisaria de la muestra, propuso al Reina Sofía en 2016 elegir un conjunto representativo de obras de Afal como respuesta al interés que en los últimos años el museo madrileño había demostrado por la fotografía española de mediados del siglo XX y en particular por estos profesionales, dedicándole una sala dentro de su colección permanente desde 2009. 

La selección de las más de 200 instantáneas que se incluyen en el montaje Una aproximación a Afal se ha llevado a cabo entre el millar de obras que ahora se conservan en la pinacoteca. De esta forma, se exhiben imágenes de época, material documental y proyecciones de fotografías, algo que se completará con la publicación de un libro ilustrado, con textos críticos de diferentes colaboradores, junto a una antología de artículos del período.

Los trabajos seleccionados fueron creados a lo largo de dos décadas: la que arranca en 1950 como punto de partida y momento de formación y ensayo de un nuevo lenguaje, y la de los 60, en la que los autores encontraron un discurso y cuajaron proyectos largamente madurados. La procedencia de cada uno de los integrantes del Grupo Afal permite representar la diversidad y la dispersión del territorio español. Y, precisamente ese aspecto, convirtió a Almería durante 20 años en lugar de encuentro por encima de cualquier otra seña de identidad territorial. 

La muestra se articula, además, bajo los conceptos que marcaron esa época de la Historia, las tensiones estéticas y los planteamientos vitales que definieron a estos autores enmarcados entre el formalismo y el documentalismo, el humanismo y la experimentación, el reportaje y el ensayo. 

Por todo ello, para el director del Reina Sofía, este grupo de fotógrafos significó en su momento en España lo que fue la pintura protagonizada por Tàpies y el grupo El Paso (con Saura, Viola, Chirino).

«Fue una eclosión de modernidad. Tenían cada uno un perfil muy individual, pero era un colectivo de jóvenes que contaba en su conjunto con la voluntad de modernizar el país con un lenguaje de su tiempo», subraya Borja-Villel.

«Sus fotografías fueron censuradas en varias ocasiones», recuerda por su parte la comisaria de la exposición, y reflejan fundamentalmente, añade, « la calle y sus personajes: las mujeres, las convenciones sociales, la religión y su influencia en la educación, el éxodo rural, las prostitutas... Paisajes cotidianos, símbolos y objetos llenos de poesía que reflejan el tiempo que le tocó vivir a Afal». Uno que miraba a España de un modo libre.