El Celta de Vigo, de vuelta a su mejor versión gracias a la pegada de Iago Aspas y Maxi Gómez, supondrá hoy (20,45 horas/Movistar Partidazo) una exigente prueba para Santiago Solari, necesitado de un triunfo en su último examen antes de acabar con la interinidad con la que fue ascendido del Castilla para reconducir al Real Madrid.

Los cuatro partidos que, por normativa, tenía de margen el técnico del filial tienen su estación final en Balaídos, donde el cuadro merengue se encontrará con el duelo de mayor entidad desde que el argentino se sentó en el banquillo. Ante Melilla, Valladolid y Viktoria Plzen, el equipo blanco sumó tres victorias que le han permitido instalar de nuevo la confianza en jugadores a los que, pese a los triunfos, se ha visto mal físicamente. De ahí la apuesta del nuevo entrenador por las rotaciones y la gente joven. Además, con Solari, la escuadra madrileña no ha encajado ningún tanto y ha recuperado el olfato goleador perdido con una media de tantos superior a tres dianas por duelo.

Así llegará el conjunto merengue a la cita de Vigo, estadio siempre duro, con Solari de nuevo tomando decisiones. Anda con lo justo en defensa, donde como mucho recuperará a Dani Carvajal corto de ritmo como para jugar. La apuesta por Odriozola y Reguilón ha salido bien y tendrán continuidad. Serán baja Marcelo, Varane y Vallejo.

De centro del campo en adelante, el argentino deberá elegir si apuesta por Isco, que lleva tres suplencias consecutivas, o por Marco Asensio para completar la nómina junto a Casemiro, Kroos y Modric, con Bale y Benzema en punta deseosos de extender su racha.

En el cuadro gallego, Antonio Mohamed, cuyo puesto en el banquillo ya no parece amenazado, confía en la pegada de su equipo para firmar un buen resultado.