'Hotusa' mantiene el compromiso de construir un hotel de 5 estrellas

I. G. Villota / LT
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Representantes de la empresa hotelera se reunieron hace unos días con el Ayuntamiento para asegurar que Toledo está entre sus prioridades de expansión, aunque sin fijar plazos

Hoteles Turísticos Unidos (‘Hotusa’), la compañía hotelera que tenía previsto edificar hace años en seis parcelas en la Bajada del Pozo Amargo para levantar un hotel de cinco estrellas, mantiene su compromiso con Toledo sin fijar plazos. Representantes de la empresa se reunieron hace unos días con el Ayuntamiento capitalino para asegurar que Toledo está entre sus prioridades de expansión, aunque continúan buscando dinero para iniciar el proyecto, que lleva años en ‘stand by’.

El alcalde, Emiliano García-Page, desveló el encuentro a principios de semana, lo hizo en una rieda de prensa, destacando la importancia del proyecto para incrementar el interés del Casco histórico, pero eludió dar detalles sobre la cita.

El concejal de Urbanismo, Javier Nicolás, explicó a La Tribuna que la empresa ha renovado su interés de expansión en la capital sobre todo por las características del edificio previsto. Hay que recordar que ‘Hotusa’ tenía planeado un hotel de cinco estrellas, con 64 habitaciones, restaurante, cafetería, sala de reuniones, gimnasio, spa, piscina, baño turco y otras instalaciones auxiliares gracias a una inversión de 4,9 millones de euros.

El conflicto. La crisis económica y los problemas de financiación obligaron a la compañía a posponer el inicio de las obras, a pesar de mantener intacto el interés por el proyecto, según afirmaron hace meses a este diario fuentes internas.

En cualquier caso, los años de parón obligaron al Ayuntamiento a mover ficha iniciando un procedimiento urbanístico para dar una solución a estas parcelas y sacar a licitación su desarrollo dado el incumplimiento de ‘Hotusa’, propietaria de las mismas, al no levantar el hotel en el plazo máximo de dos años como marca la Lotau, es decir, la ley del suelo autonómica.

Nicolás explicó entonces que la propiedad, en ruinas, había provocado muchos inconvenientes al vecindario en los últimos años. Matizó que no se trataba de una expropiación sino que el Ayuntamiento se erigiría en agente urbanizador indirecto, sacando a licitación el PAU. Posteriormente, sería el adjudicatario quien se tendría que compensar a los propietarios  (Hotusa) con un pago justo, por ejemplo entregando una parte de las viviendas que se construyan.

La Junta de Gobierno Local acordó a finales de 2013 obligar a la propiedad a adoptar medidas tales como la extracción escombros, la demolición de cubierta desplomada parcialmente o el apeo de crujías «debido al estado de total abandono y degradación de los inmuebles desde hace años, constando en los servicios técnicos municipales denuncias y quejas de los vecinos desde el año 1995 y habiéndose adoptado ocasionalmente órdenes de ejecución por la Concejalía de Urbanismo, la última en abril de 2013».

Ahora, la empresa promotora ha vuelto a mover ficha, se ha reunido con el Ayuntamiento y ha reiterado su interés en instalarse en Toledo aunque dejando claro que habrá que esperar hasta ver en pie el hotel de cinco estrellas en Pozo Amargo.