Más de 550 personas apoyan ya la apertura de los caminos públicos

J. Monroy | TOLEDO
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El club de ciclistas Carpetanos denuncia que más de la mista de los caminos públicos de Toledo están cerrados, y ha comenzado una recogida de firmas por internet

Más de la mitad de los caminos públicos de Toledo están cerrados de alguna manera y se impide el paso de quien libremente quiera pasar en bici, haciendo senderismo o dando un paseo. El Club mtb Carpetanos hace esta preocupante denuncia, y que ha iniciado una recogida de firmas por internet en la que piden al Ayuntamiento que se respeten los caminos públicos de la ciudad. La idea es que se haga un censo en condiciones, a ser posible, por alguien de Toledo y que los conozca, y que se respete. Hasta el momento la iniciativa ha logrado ya quinientas cincuenta firmas en sólo unos días.

«La finca puede ser privada, pero si el camino es público, deben dejar pasar», explica Fernando Lara, portavoz Carpetanos. El suyo es un club deportivo que se dedica a salir los domingos con bicicletas de montaña. Desde hace varios años, estos ciclistas vienen observando que hay caminos públicos (según han comprobado por el Catastro) que se han ido cortando poco a poco. En otras ocasiones, apunta Lara, se dan cuestiones tan extrañas como que alguien borra el camino público y luego hace unos metros más allá otro que dicen que es privado.

Ejemplos hay muchos. Existe un camino que une la Fuente del Moro con Santa Bárbara que está cortado. Igual ocurre con el camino de Carrasco, o de los Pozos, en Valparaíso. Hay problemas también por Guajaraz, La Pozuela o Cervatos. En otras zonas, sin embargo, como en la finca de Higares, camino de Mocejón, sí ha desaparecido la verja que impedía el paso.

En ocasiones, hay una valla que corta el camino, o una señal que impide el paso. En varias ocasiones durante los últimos años, los ciclistas se han encontrado con guardas de fincas. También han tenido problemas con los cazadores, e incluso algunos sustos de plomos cerca. Todo ello, advierte Lara, cuando «en primer lugar, está prohibido tirar cerca de los caminos». La especulación inmobiliaria también ha tenido que ver, y se ha comido o cerrado algunos caminos por los que no pasaba gente.

Petición pública. Hace un par de años que representantes de Carpetanos ya acudieron al Ayuntamiento y plantearon esta situación al equipo de Gobierno municipal. Entonces les anunciaron la elaboración de un censo municipal de caminos. Sin embargo, nada han vuelto a saber de aquello. Tan sólo han recibido un listado de algo más de setenta caminos, de los que tan sólo unos treinta y siete se pueden transitar a día de hoy.

Ante la falta de más noticias desde el Ayuntamiento, los ciclistas han comenzado la recogida de firmas. Advierte Lara que el cierre de caminos perjudica no sólo a los amantes de la bicicleta, sino también a vecinos de diversos barrios de la ciudad, o a gente que, simplemente, le gusta pasear o a correr, y que ve cómo cada día se ponen más barreras a su tránsito.

Los caminos, explica Lara, podrían ser incluso una fuente de turismo para la ciudad. Un entorno privilegiado como este, tan cerca de Madrid, podría atraer cicloturismo o a personas interesadas en hacer senderismo o correr por los mismos.

Tras la denuncia, hay vecinos de los pueblos de alrededor que se están poniendo en contacto con Carpetanos para denunciar que allí está ocurriendo lo mismo, «no es sólo una cosa de Toledo».