Pinturas murales y una colección de óleos sobre cobre con escenas de la Virgen María y de los Santos. Así es el costurero de la Virgen del Sagrario en el que se conservan, cuidan y miman los mantos que la patrona luce cada mes de agosto para el octavario. Con unas vistas únicas del Ochavo de la Catedral a través de un pequeño balcón a más de cinco metros de altura, esta sala ha sido durante décadas el espacio que el Cabildo Primado ha reservado para las camareras de la patrona, la misma que hoy recibirá las oraciones y las plegarias de cuantos toledanos y fieles de la provincia vienen cada 15 de agosto a postrarse a sus plantas.
En la actualidad, la imagen de origen románico cuenta con un ajuar de cinco mantos en uso, tres de ellos bordados en oro, plata y piedras preciosas. Colgados en bastidores y cubiertos con sábanas blancas, los mantos de la Virgen tienen siglos de historia. De los tres bordados destaca el rosa-salmón y el azul de las 615 estrellas bordadas en plata. La confección de esta pieza fue por suscripción popular, entregándose al Cabildo de la Catedral el 4 de mayo de 1867 directamente desde Madrid, del taller de Calleja.
Esta fue la pieza que la Virgen del Sagrario vistió, por ejemplo, el 1 de octubre de 1939 en su recoronación en la plaza de Zocodover tras los sucesos del 36, año este último en el que se perdió la pista al manto conocido como el de las 80.000 perlas, objeto del expolio de la Catedral.
Además del manto de las estrellas y del rosa que la imagen luce por segundo año consecutivo para el octavario, la Esclavitud conserva un tercero bordado en oro y aljófares sobre terciopelo verde. Con un diseño decimonónico, destaca la jarra central de la que salen roleos y ornamentación vegetal que cubre la totalidad de la pieza.
Estas piezas, junto a las dos confeccionadas en telas brocadas con hilos de color rojo y oro, así como verde y oro, se trasladarán el próximo mes de septiembre a las nuevas dependencias que el Cabildo ha cedido a la Esclavitud de la Virgen del Sagrario junto al patio del Tesorero.
En esta sala, acondicionada como espacio expositivo, se ha instalado un armario a medida y de grandes dimensiones para colocar los mantos y los textiles que forman el ajuar de la patrona. Una iniciativa de la Esclavitud y del Cabildo en la que han colaborado de manera especial el deán, Juan Sánchez, y el canónigo obrero, Francisco Javier Hernández de Pinto.