Feliciano López puso el punto final en una buena gira por tierras americanas con la derrota en la tercera ronda del US Open ante el austriaco Dominic Thiem. El rival del toledano, de sólo 20 años, se impuso al de Portillo en tres set (6-4, 6-2 y 6-3) en un partido que se interrumpió más de una hora por culpa de la lluvia.

Este factor, entre otros, fue clave para que López se viera apeado del US Open. Y es que él mismo reconoció que no se sintió bien en la pista norteamericana. No en vano, antes del parón, el partido marchaba igualado.

Sin embargo, tras reanudarse la contienda, el toledano comprobó que sus sensaciones no eran las mismas y no pudo hacer nada para evitar que el austriaco se adjudicase el primer set del envite en la pista de Flushing Meadows.

Las cosas no mejoraron en las dos mangas siguientes, puesto que el toledano volvió a caer con rotundidad ante Thiem. Una pena, puesto que el propio tenista de Portillo calificó como «un partido ganable» el duelo que le enfrentó a su joven rival.

Sin embargo, el toledano encontró las razones de la eliminación en que «el problema era yo; estaba destruido». Así, indicó que «ya había jugado en estas condiciones extremas de calor y humedad en otras ocasiones, pero nunca me había sentido así». Aunque insistió en que «no es excusa», reconoció que «mi servicio no era tan fuerte como normalmente, mis voleas altas no funcionaban tampoco; no estaba jugando como debería, considerando que estoy bien».