Tres delincuentes y cuatro agentes heridos en una colisión tras una persecución policial desde Madrid hasta Villaluenga

J.A.J./Toledo
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Tres sujetos, al ser sorprendidos cuando intentaban robar un turismo, iniciaron una huida en coche de 50 kilómetros perseguidos por la Policía Municipal de Madrid. Provocaron un choque con un vehículo de la Guardia Civil y otro de los municipales

Una persecución policial a toda velocidad efectuada desde Madrid hasta Villaluenga ha desembocado en un colisión en cadena con siete heridos leves. Este balance de lesionados incluye a los tres presuntos delincuentes que protagonizaron esta fuga, dos agentes de la Guardia Civil y otros dos de la Policía Municipal de Madrid, uno de los cuales ha precisado ser hospitalizado. Los tres iniciadores de la persecución, dos hombres y una mujer de nacionalidad española de entre 24 y 30 años, han sido detenidos por la Guardia Civil al imputársele los delitos de robo con fuerza, conducción temeraria y atentado contra la autoridad. Se da la circunstancia de que el conductor del coche de los presuntos delincuentes carecía de carné de conducir en vigor.

Según informan fuentes del Cuerpo local madrileño, este suceso se iniciaba sobre las 11 de la noche del pasado jueves, tras la llamada de un ciudadano que avisaba de un intento de robo de coche en una calle cercana a la Avenida de Buenos Aires, en el distrito de Puente de Vallecas. Cuando llegó un coche patrulla, los agentes sorprendieron a los tres sujetos intentando forzar la entrada al turismo. Inmediatamente, los sospechosos se introdujeron en otro turismo para escapar, perseguidos por la Policía.

Intentaron arrollar a un agente e invadieron la acera.

Esto sólo era el comienzo de una fuga en la que los municipales madrileños se vieron obligados a movilizar cinco coches para cazar a los fugados. El primer intento de los agentes para detenerlos consistió en estacionar un coche en su ruta, del cual se bajó un agente para darles la orden de que se pararan. Éste acabó tirándose  a un lado para evitar ser arrollado por el vehículo a la fuga.

No fue la única temeridad de los sospechosos, que no dudaron en invadir la acera con su vehículo para dar esquinazo a las patrullas que los perseguían.

Por la autovía con las luces apagadas.

De esta manera, los fugados alcanzaron con su vehículo la ronda de circunvalación madrileña M-40. Una vez ahí, efectuaron otra treta para escapar de sus perseguidores a pesar de su evidente peligrosidad para cualquier conductor con quien se cruzaran: apagar las luces de su vehículo. Por suerte, no hubo que lamentar ningún accidente ni se les perdió la pista.

Así lograron alcanzar la autovía Madrid-Toledo A-42 en su kilómetro 6, momento en que los policías municipales prosiguieron su caza a la vez que daban aviso a la Guardia Civil para que sus coches patrulla les asistieran en la operación. Los perseguidos mantuvieron su escapada en dirección Toledo con una inusitada rapidez. La Policía Municipal ha requerido ya a la Dirección General de Tráfico los datos de sus radares en ese trayecto para determinar la velocidad a la que circularon.

Las Fuerzas de Seguridad mantuvieron bajo control al vehículo de los fugados a la espera de que saliera de la autovía a una vía más estrecha en el que resultara más fácil su interceptación. Esto se produjo en el kilómetro 47, cerca del casco urbano de Villaluenga, cuando los perseguidos se desviaban para tomar la carretera TO-2323. Aquí estaba esperando un coche patrulla para situarse delante suyo a fin de obligarles a frenar su marcha y detenerse, quedando encapsulado por otra patrulla de los municipales. Pero, lejos de aceptar el final de su fuga, los fugados acabaron embistiendo por detrás al vehículo del Instituto Armado, provocando un choque en cadena en el que se vio también implicado el coche de los policías madrileños. Así acababa una fuga   de una hora de duración y con 50 kilómetros recorridos.

Según informa la Guardia Civil de Toledo, los dos agentes de su vehículo precisaron asistencia sanitaria al igual que los tres fugados. Se les prestó en el cuartel de Villaluenga, donde luego se procedió a la detención de los protagonistas de la escapada. También se ofreció atención sanitaria a los dos policías municipales afectados por el choque. Uno de ellos ha precisado ser atendido después en un Hospital de Madrid al referir mareos tras el golpe, según informa la Policía Municipal.

No es la primera escapada en la A-42 frustrada por las Fuerzas de Seguridad.

Este suceso no es el primero en el que unos delincuentes, huyendo de la Policía en la vecina región madrileña, acaban protagonizando una carrera de decenas de kilómetros por la A-42 para terminar siendo capturados en esta provincia. El 1 de abril de 2009 coches patrulla de la Policía Municipal de Getafe, con apoyo de la Guardia Civil, tuvieron que perseguir durante más de 40 kilómetros a otro vehículo en el que iban dos personas que desobedecieron una orden de alto en un centro comercial de esta localidad del Sur de Madrid. Los individuos fueron finalmente detenidos en el kilómetro 62, en Bargas.

Aquel suceso fue aún más peligroso que el del pasado jueves, al producirse la fuga al mediodía. Los sospechosos huyeron en dirección contraria por una vía de servicio para lograr luego incorporarse en el sentido correcto a Toledo. A los coches patrullas getafenses se sumaron dos de la Guardia Civil de Toledo, que con una maniobra de pinza obligaron a parar a los huidos. Estos eran responsables de 24 delitos, en su mayoría robos.