Los niños del Sáhara siguen vinculándose verano tras verano con la ciudad de Toledo. En esta ocasión, una veintena de niños han llegado para quedarse con sus familias adoptivas durante los meses de verano, mostrando una sonrisa de felicidad que les permitirá conocer otras costumbres, otras tradiciones, y por qué no, hacer nuevos amigos toledanos. Javier Mateo e Inés Sandoval, miembros de la Corporación muncipal, les dieron ayer la bienvenida desde el Ayuntamiento, donde el concejal de Bienestar Social destacó "el orgullo que me representa ver la sala capitular del Ayuntamiento llena de banderas saharauis". Mateo también valoró el programa como un ejemplo de sensibilización política y social, y junto a Ana Garrido, coordinadora de ‘Vacaciones en Paz’, deseó que "el año que viene no se vuelva a repetir esta visita, porque significaría que el pueblo saharaui dejaría de ser refugiado y volvería a formar parte del Sáhara Occidental".

Varias de las familias que han acogido a alguno de estos niños o niñas estuvieron presentes en el acto de bienvenida, y ya han planificado el verano para que los niños saharauis pasen un verano en familia, en lugares como la playa o la sierra. En cuanto al proceso de inscripción que las familias deben seguir para acoger a alguno de estos chicos, Ana Garrido valoró que "el único requisito que deben cumplir las familias es querer compartir una experiencia con ellos y hacerles ver una realidad tan diferente a la que viven ellos diariamente en los campamentos de su país". A su vez, la coordinadora del programa hizo hincapié en que "las familias aprovechen para realizarles las revisiones médicas de las que allí no gozan, para llevar a cabo algún tratamiento si es necesario".

Javier Mateo aprovechó el acto para recriminar que el Estado español tenga una buena relación con Marruecos por "comodidad" antes que enfrentar el problema como se merece, y terminó diciendo que "el pueblo saharaui nos está dando una lección sobre como hay que comportarse".