Una manera de celebrar las fiestas ayudando a otros. A quienes peor lo están pasando, especialmente fuera de nuestras fronteras. Una cadena de solidaridad. Alguien dona un artículo, Manos Unidas lo vende en su mercadillo solidario y con la recaudación alcanzada promueve un programa de desarrollo fuera de nuestras fronteras. La ONG de la Iglesia católica inauguró su rastrillo en la sala de exposiciones del Arzobispado de Toledo, en la calle Trinidad del Casco histórico. Una estancia repleta de cuadros, marcos de fotos, bisutería, prendas textiles y otros muchos artículos, como dulces artesanos de los conventos, que esperaban nuevos dueños a precios simbólicos.
Estará abierto hasta el 9 de diciembre y se trata de una iniciativa solidaria muy arraigada en la ciudad que suele cosechar bastante éxito tanto de público como de ventas. Una buena noticia porque la recaudación se destinará a la financiación de los proyectos de la ONG, que mantiene bastantes en la provincia de Toledo. En concreto, el dinero se destinará a un hospital en Beirut, en el Líbano.
El importe que enviará Manos Unidas ronda los 85.000 euros y de este proyecto sanitario se beneficiarán de manera directa más de 5.000 personas y unas 30.000 de forma indirecta.
El mercadillo de Manos Unidas mira al Líbano - Foto: David PérezAsistieron a la inauguración el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, quien bendijo el rastrillo, acompañado por la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, así como varios concejales del PP y el PSOE.
nuevo delegado. El arzobispo aprovechó el acto para anunciar el nombramiento de Antonio Juanes-Cuartero como nuevo delegado de Manos Unidas en la provincia de Toledo. El nuevo responsable de la entidad destacó el importante papel en cooperación internacional de la ONG, además de agradecer la solidaridad a los feligreses de la Diócesis, que el último año consiguieron una recaudación superior a los 800.000 euros para desarrollar un total de 17 proyectos destinados a quienes más lo necesitan.
El arzobispo aplaudió el papel de Manos Unidas, «destinado a paliar lo que es una vergüenza de la humanidad, que es el hambre».
El mercadillo de Manos Unidas mira al Líbano - Foto: David PérezPor su parte, la alcaldesa destacó su compromiso con Manos Unidas y el resto de entidades sociales de la ciudad y recordó la subvención que el Ayuntamiento ha otorgado este año a esta entidad para desarrollar un proyecto en Burkina Faso.
«Las puertas del Ayuntamiento siempre estarán abiertas para Manos Unidas», afirmó la socialista, quien destacó la labor de la entidad «y su implicación con el movimiento social y el movimiento católico toledano».