Desde y para Toledo

I.P.Nova / Toledo
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La corporación municipal entregó ayer los Honores y Distinciones con motivo del Día de la Ciudad en un acto cargado de momentos para el recuerdo y reivindicaciones de todos los ámbitos.

El salón de actos del Centro Cultural San Marcos estuvo repleto durante la entrega de galardones. - Foto: David Pérez

- Foto: David Pérez

Todos merecían un sitio reseñable sobre el escenario. Ilustres, empresarios, héroes anónimos, artistas, derechos universales... recibieron su particular homenaje de la mano del consistorio en el día grande de Toledo.  El Centro Cultural de San Marcos acogió una emotiva entrega de galardones con motivo de la festividad del patrón de la ciudad imperial, San Ildefonso. 
El acto estuvo presidido por autoridades de todo tipo de organismos y colores políticos, en una muestra de unidad. Los cinco componentes que formaban parte de la mesa fueron el delegado provincial de la Junta de Comunidades en Toledo, Fernando Jou; el presidente de la Diputación, Arturo García-Tizón; el alcalde, Emiliano García-Page Sánchez; la Concejala de Cultura, Ana Rodríguez Pérez y Paloma Heredero, concejal de Hacienda. Además, entre los asistentes que ocupan las butacas destacaba la presencia de Braulio Rodríguez Plaza, Arzobispo de Toledo Primado de España, y varios representantes de la corporación municipal.
Con un salón de ceremonias abarrotado, las condecoraciones y distinciones dieron la posibilidad a los premiados de expresar sus sentimientos hacia la ciudad de Toledo e incluso reivindicaciones de carácter social y político. Primero se procedió al nombramiento de los ilustres que, desde este año, van a tener calles dedicadas en la ciudad. Por un lado, subió al escenario Rafael Sancho Zamora, sobrino nieto de Francisco de Borja de San Roman.   El familiar agradeció que la ciudad a la que De Borja había dedicado «todos sus trabajos como investigador» le premiara con poner su nombre en la calle Samuel Leví. 
Por otro lado, la presidenta de la Asociación de la Prensa de Toledo, Rosa Nogués Campos, recibió grandes aplausos al recoger el diploma que acredita a la Plaza del Solarejo como la de  la Libertad de Prensa. La presidenta reivindicó este derecho recordando a los compañeros fallecidos en los atentados en Francia y alegando que cuando se «amordaza a un periodista se acaba la democracia porque un periodista hace posible la democracia».
El artista Paco de Lucia, que vivió en Toledo, también tendrá un lugar en la ciudad, concretamente en la Plaza de Santo Domingo. Fue la hija del artista la que subió a recoger el premio. «Aquí encontró la paz que siempre andaba buscando. Vivió mirando una plaza que nunca se atrevió a imaginar que un día llevaría su nombre», agradeció Casilda Sánchez Varela.
El título de Ciudadanos de Honor recayó sobre la Organización Médicos del Mundo de España, Eduardo del Blanco Adán y a la Asociación ‘Bolo-Bolo’. La presidenta regional de Médicos del Mundo utilizó este reconocimiento para reivindicar el derecho universal a la sanidad, «un derecho que debe ser capaz de traspasar fronteras».
Fue especialmente sentido el momento en el que el padre del joven montañero, Carlos del Blanco subió a recoger la condecoración. El padre del joven rompió en lágrimas nada más empezar su discurso y fue inmediatamente arropado por un salón de actos que le colmó de aplausos desde un primer momento. Al terminar, algunos de los asistentes, amigos de Eduardo, se levantaron de sus sillas. Por otro lado, la asociación Bolo-Bolo recogió su reconocimiento de la mano de Elena Arroyo que reivindicó una «igualdad real» haciendo especial referencia al derecho a recibir los medicamentos necesarios para un cambio de sexo o el derecho a adoptar. 
El nombramiento de Hijo Predilecto de Toledo recayó sobre Manuel Lucio Díaz-Marta Pinilla y Juan Antonio Villacañas. Tanto la hija del político como la del poeta quisieron dar las gracias por este reconocimiento póstumo resaltando el gran vinculo que a ambos les unía con Toledo. La hija de Díaz-Marta puso en valor el esfuerzo que hizo su padre por el Tajo. «Este río fue su pasión, el motivo por el que volvió del exilio y el lugar en el que descansan sus restos», concretó. La hija de Villacañas, por su parte, recitó un poema de su padre llamado Seguramente. También recordó que a pesar de que muchos amigos siempre le animaban a vivir en Madrid, él quiso permanecer en la ciudad.
Además, Ventura Leblic García fue nombrado Hijo Adoptivo un título que le agradó y por el que recordó la gran cercanía de los montes de Toledo y la capital, tanto social como históricamente hablando.
 
Medallas de honor. Para cerrar el acto se procedió a la entrega de las Medallas de Oro que reconocieron a la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y la Fábrica La Casera.
El director general de Orangina Shweppes, Ignacio Silva Alcalde, a la que pertenece la fábrica de La Casera desde hace unos años, reseñó que ese reconocimiento no sería posible sin los 280 trabajadores que forman parte de la plantilla de la capital y confirmó que la multinacional quiere mantenerse en la ciudad imperial, «sin ninguna duda».  
Por último, le tocó el turno a Ramón Sánchez, director de la Real Academia. El profesor quiso agradecer el título sin dejar de recordar la mala situación por la que pasa su organismo, que está temporalmente sin sede. «De nada sirven los reconocimientos si no van acompañados con hechos», manifestó lanzando un órdago a todas las autoridades que se encontraban en el salón, Diputación, Junta de Comunidades y Ayuntamiento.