El alcalde de Torrecilla de la Jara, Pablo Arriero, ha cerrado una operación iniciada hace meses con el Arzobispado de Toledo para incorporar un inmueble ubicado en la plaza de San Miguel al patrimonio municipal. La llamada ‘Casa del cura’, ubicada junto a la Casa de la Cultura, ha pasado a manos del Consistorio por 3.000 euros. Los representantes locales firmaron el convenio y entregaron el cheque a la institución religiosa el día 9.

Así lo detalló a este diario el alcalde jareño sobre una vivienda de planta baja de 100 metros cuadrados de superficie más un patio de otros tantos metros cuadrados. La propiedad de 200 metros cuadrados ocupaba un suelo cedido hace décadas por el Ayuntamiento al Arzobispado de Toledo para que pudieran vivir los párrocos. Sin embargo, en los últimos años, la casa estaba en alquiler y desde 2016, vacía, más aún porque los curas de la zona viven agrupados en San Martín de Pusa. «El interior está muy deteriorado», comenta Arriero y añade que uno de los muros está en riesgo de derrumbe. Esta delicada situación propició también el impulso para negociar con la Iglesia la venta del inmueble, una rémora más bien. Además, el Consistorio sugirió que el dinero del intercambio podía ser destinado por los sacerdotes para arreglar el tejado de la iglesia de San Miguel Arcángel.

El alcalde jareño pretende que los vecinos puedan disfrutar del inmueble, propósito que ha decidido al Arzobispado de Toledo a realizar la compraventa. La posibilidad más plausible supondrá la conversión de la vivienda en despachos para las asociaciones de Torrecilla de la Jara, una localidad de 130 habitantes.