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Fue por San Blas cuando los comuneros se levantaron en Toledo contra la tiranía del rey Carlos I, quien, como recordó ayer el secretario general del PCAS, Pedro Manuel Soriano, «quería esquilmar a Castilla para llevarse el dinero a Alemania». Ayer la capital castellana conmemoró su XXVII homenaje a los Comuneros con una serie de actos organizados por los castellanistas.
Mientras sonaban las dulzainas y un grupo de danza de Navahermosa amenizaban Zocodover, Soriano se lamentaba de que el Ayuntamiento no sólo no organice ningún acto en conmemoración de Padilla, Pacheco y compañía, sino que ni siquiera se una a los que ya organizan ellos. Todo ello, advirtió, a pesar de que hace tres meses el alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page, anunció que iba a honrar «a los héroes de Castilla». El PCAS invitó al alcalde y a todos los grupos municipales de la ciudad a que les acompañara en estos actos, pero no acudió ninguno de ellos. Quien sí que estuvo presente fue el eurodiputado Jordi Sebastiá, de Primavera Europa, coalición en la que está incluida el PCAS y que está llevando sus reivindicaciones al Parlamento Europeo, sobre todo a la Comisión de Agricultura de la que forma parte.
La fiesta, que se desarrolló en Toledo por vigésimo séptimo año consecutivo, explicó Soriano, «viene a recordar a los primeros que se levantaron contra el poder de un emperador, contra Carlos I, para reclamar que los ciudadanos que se reunían en las comunidades tenían voz, y tenían derecho a decir al rey cuando estaba equivocado, como en el caso de aquel momento en el que se quería esquilmar a Castilla para llevarse el dinero a Alemania». Se trata de la primera revolución moderna de la historia, que se inició y concluyó en Toledo. De ahí el homenaje de los castellanistas.
Los actos. Los actos de homenaje a los comuneros comenzaron ayer a las doce y media de la mañana con un acto público en la plaza de Zocodover. Entre banderas castellanas y un gran expectación entre los turistas del entorno, actuaron un grupo de dulzaineros y otro de danzas de Navahermosa. Para hacer más llevadera la fría mañana toledana, los castellanistas compartieron con todos los asistentes un chocolate caliente, como viene siendo ya tradición en los últimos años. A continuación, Soriano y Sebastiá hicieron una breve intervención destacando los valores de la celebración y las reivindicaciones políticas de los castellanos.
Después los castellanistas volvieron a desarrollar su ya clásico recorrido entre la plaza de Zocodover y la plaza de Padilla, donde estuvo situada la casa del comunero, pero donde no está todavía la estatua conmemorativa comprometida por el Ayuntamiento, recordó Soriano. Allí se desarrolló un acto político y la tradicional ofrenda floral al matrimonio Juan de Padilla y María de Pacheco.