Los artesanos piden cotizar como autónomos a tiempo parcial

J. Monroy / Toledo
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Perea confía en que Cospedal sea la «mejor embajadora» de los artesanos de la región ante el Gobierno, para conseguir una fiscalidad acorde con las necesidades de un sector muy castigado

Los artesanos piden cotizar como autónomos a tiempo parcial - Foto: David Pérez

No están siendo buenos años para la artesanía. La crisis se está llevando por delante a muchos pequeños talleres, y está ahogando a otros tantos, que apenas consiguen sobrevivir. Por esta razón, Roberto Perea, gerente de Farcama y presidente de la Federación Regional de Artesanos de Castilla-La Mancha (Fracaman), aprovechó la inauguración de la feria para solicitar a al presidenta regional, María Dolores Cospedal, que la actividad artesana pueda acogerse a la cotización de al régimen especial de trabajadores autónomos a tiempo parcial, una medida que debe entrar en vigor el próximo 1 de enero, y que ayudaría al sector, en estos momentos de poca actividad «a ajustar nuestra carga fiscal a las horas reales de trabajo en nuestros talleres».

El portavoz de los artesanos recordó que el artículo 30.1 de la Constitución les equipara a otros sectores productivos como ganadería, pesca o agricultura, «pero somos los únicos que no tenemos beneficios fiscales». Aunque Perea sabe que esta no es una competencia de la administración regional, se mostró convencido de que Cospedal «es nuestra mejor representante ante nuestro Gobierno nacional», y pidió esta ayuda para poder mantener vivo el sector.

Perea advirtió que, a pesar de la crisis, ninguna región puede presumir de atesorar tantos oficios artesanos de reconocido prestigio, 110 oficios artesanos reconocidos por la Unión Europea, como la cuchillería de Albacete, labores de Lagartera, encajes de Almagro, cerámica de Talavera y Puente del Arzobispo, espadas y damasquinos de Toledo, o canteros, herreros, cerrajeros o ebanistas, entre otros. El presidente de los artesanos castellano-manchegos afirmó que «nos sentimos muy orgullosos de ser embajadores de la región por el mundo».

Sin embargo, la crisis, la globalización y la competencia desleal de algunos países, que no respetan los derechos sociales de los trabajadores, están incidiendo en «una situación agónica, en la que cierran talleres y desaparecen oficios». Los artesanos de la región, explicó Perea, son conscientes de la dificultad de gobernar en una situación económica difícil, como la que atraviesa Castilla-La Mancha, pero «estamos dispuestos a aportar nuestro granito de arena, para hacer que nuestros talleres sean competitivos, para mantener el relevo generacional, y para perpetuar oficios que forman parte de nuestra cultura y nuestra tradición». Pero para facilitar la apertura de talleres y la creación de nuevas empresas, afirmó Perea, la artesanía necesita una fiscalidad acorde con la singularidad del sector.

Finalmente, Perea agradeció su trabajo a la directora general de Artesanía, Paloma Gutiérrez, y su implicación «para que todo esté resplandeciente en la feria de artesanía».