El Colegio de Médicos acogió en la tarde de ayer una jornada que, por primera vez en Toledo, abordó las nuevas líneas de investigación de la fibromialgia, una enfermedad caracterizada por dolor muscular difuso e intenso y de causa desconocida. Una oportunidad también para tratar otras dolencias que se incluyen dentro del Síndrome de Sensibilidad Central (SSC) que engloba distintos procesos con características comunes como el síndrome de fatiga crónica, el síndrome de intestino irritable, la migraña o la cefalea tensional, el síndrome de piernas inquietas o los movimientos paradójicos de miembros inferiores y el síndrome de la articulación témporo-mandibular. Según expuso Manuel Blanco Suárez, del hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz de Sevilla, los tratamientos más recientes tienen que pasar por nuevas líneas terapéuticas centradas en las causas principales que provocan estas enfermedades, en un tratamiento con aplicaciones transcraneales y una dieta en función del paciente «capaces de regular los círculos viciosos que presentan estas enfermedades».
El facultativo abogó por esta nueva unidad de tratamiento multidisciplinar para esta alteración en una parte del cerebro en la que no se modula adecuadamente el estímulo del dolor. La fibromialgia viene acompañada, recordó, por cansancio, trastornos del sueño y digestivos. En este sentido, hizo hincapié en la eliminación de los factores desencadenantes relacionados con la alimentación, campos electromagnéticos y producos químicos para regular los síntomas y que el paciente gane en calidad de vida a pesar de que la enfermedad nunca desaparece.
A lo largo de la jornada también se ofrecieron datos de la enfermedad. Así, el cinco por ciento de la población femenina, tanto en España como en cualquier parte del mundo, presenta fibromialgia. Además, el noventa por ciento de las que sufren la enfermedad todavía no han sido diagnosticadas.
Los tratamientos actuales, basados en los síntomas, suelen ser analgésicos, antidepresivos y fármacos anticonvulsivantes. «Se alivian un poco, pero los dolores siguen ahí». Sin embargo, explica, con las nuevas terapias se regulan los factores que la provocan gracias a aplicaciones transcraneales de campo electromagnético, dietas dirigidas a los alimentos dañinos y los antioxidantes. El doctor apuesta por una visión multidisciplinar aplicando todas estas terapias que «generan sinergias». «Es importante abrir una puerta de esperanza para estos pacientes a los que habitualmente se les dice que tienen que saber convivir con el dolor cuando la respuesta a estos tratamientos es buena».