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Tras la muerte a tiros de Víctor Manuel González Flores en Cazalegas el pasado jueves día 30, una de las  teorías que han circulado como posible móvil del crimen es que pudiera obedecer a un intento de robo de los galgos que portaba. Esta hipótesis ha alarmado a aficionados a competir con estos perros. Sin embargo, un familiar de la víctima que a su vez es experto en la cría de estos canes no cree que los hechos obedezcan a esta razón, destacando el crimen como algo tan incomprensible como horrible.

Este pariente de la víctima, Manuel Carrasco González, es conocido en el mundo galguero como uno de los participantes más señeros en las competiciones de galgos en campo. Cuenta en su palmarés con un campeonato de España, que obtuvo en Seseña en 1994 con  la galga Sobra, junto a un subcampeonato nacional y doce campeonatos de Extremadura.

Carrasco González, precisamente, es uno de los practicantes del deporte y cría del galgo que más se ha pronunciado contra los robos de estos perros, que tanto alarman al sector en los últimos tiempos. Es un problema que ha padecido en carne propia, toda vez que, como señaló en una entrevista hace dos años a un diario extremeño, ha padecido el robo de unos 80 galgos a lo largo de su carrera deportiva.

Sabiendo esto, este medio se dirigió a Carrasco González para preguntarle por la posibilidad de que el asesinato de su sobrino pudiera estar vinculado con un intento frustrado de sustracción de lo canes. Éste respondió con un conciso «no creo», para explicar posteriormente que «podían haber elegido mil y una maneras diferentes» y recuerda que un espacio abierto es el lugar menos adecuado para sustraer un animal veloz como un galgo. «¿Robar dos galgos en campo abierto? Sólo a un loco se le ocurre. No creo que esa sea la razón», concluye.

El tío de Víctor espera que las Fuerzas de Seguridad logren capturar al autor del crimen y se haga justicia tras el terrible daño que han sentido sus familiares y amigos. «Estas injusticias no deben ocurrir», zanja, para subrayar  que «mi sobrino era la mejor persona que alguien pueda conocer, la más sana, la más noble», compartiendo el retrato que hacen todos los que le conocen.

Encuentran quemado el vehículo del asesinado cerca de Badajoz.

La Guardia Civil de Badajoz encontró el pasado viernes un vehículo de la marca Kia y de color negro totalmente calcinado dentro del término municipal de la capital pacense. Las primeras investigaciones apuntan a que podría ser propiedad del hombre que apareció muerto el pasado jueves tras ser tiroteado en la localidad toledana de Cazalegas.

Así lo han asegurado fuentes de la Delegación del Gobierno de Extremadura a Europa Press, que han precisado que el vehículo todocamino apareció en la orilla del río Guadiana, en un paraje muy cercano al tanatorio de la ciudad.

Hay que recordar que este vehículo fue sustraído por el autor del crimen para huir después de cometerlo. Al menos, ya se sabe que hizo una ruta de unos 300 kilómetros, para lo que pudo usar la Autovía de Extremadura A-5 a fin de alcanzar la ciudad de Badajoz. Aquí, por ahora, se le ha perdido la pista.

La quema de un vehículo empleado durante una fechoría es un procedimiento habitual entre delincuentes para borrar cualquier rastro que hayan podido dejar en su huida. Aún así, el Instituto Armado ha podido identificar este coche como el empleado en la fuga, y el registro de sus restos se ha incluido en las pesquisas para identificar y detener al responsable del asesinato.

Hay que reseñar que este asesinato tuvo lugar en torno a las 12 horas del pasado jueves, cuando el cuerpo de Víctor Manuel González Flores, de 28 años, fue encontrado en una finca en las afueras de Cazalegas, según informaron en su momento fuentes del servicio regional de emergencias del 112.

El cadáver apareció con heridas de bala en la cabeza y en la cara, además de varios golpes.

La muerte del joven, una persona apreciada en su municipio por su buen carácter y que no tenía ningún rasgo problemático, ha generado una enorme conmoción en Cazalegas. Centenares de vecinos se reunían el pasado domingo día 2 para acompañar a los padres, hermanos, novia y demás allegados del finado durante su funeral, oficiado en la parroquia de esta población cercana a Talavera.