10 años de la vacuna contra el VPH

Carmen Ansótegui (SPC)
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Los expertos creen que si se lograran altas tasas de inmunización, podría llegar a erradicarse totalmente el cáncer de cuello de útero

Se cumple una década de la comercialización en España de la vacuna frente al Virus del Papiloma Humano (VPH). Desde que se aprobó en 2008, siempre ha estado acompañada de la polémica, pero los expertos insisten en que se trata de una herramienta segura que podría llegar a erradicar el cáncer de cérvix.

Se han identificado más de 100 tipos de VPH y, según las investigaciones, la mayoría solo causa verrugas, pero la 15 de ellos tienen una alta capacidad de producir tumores. El que más se relaciona con este virus es el cáncer de cuello de útero, pero también está detrás de otros como el de ano, vulva, pene o incluso el cáncer oral. 

No existe ningún método para protegerse totalmente frente al contagio, ya que ni siquiera el preservativo supone un método 100 por 100 seguro para evitar la infección. Por ello, se estima que más del 90 por ciento de las personas que han mantenido relaciones sexuales estará infectada por el virus en algún momento de su vida. Eso no quiere decir que vaya a desarrollar un tumor, ya que en la mayoría de los casos no llegará ni a saber que le han contagiado porque su cuerpo eliminará el virus por sí solo. Son los casos en los que la infección persiste durante años en los que el VPH puede generar cambios en las células, que si no se tratan, pueden volverse cancerosas. 

Es por ello que la aparición de la vacuna y su uso generalizado puede resultar clave en la prevención del cáncer de cérvix. En España se introdujo en el calendario de vacunas hace ya una década para niñas de 14 años. Posteriormente, se bajó la edad a los 12 y es que se cree que su efectividad es mayor en personas que no han mantenido relaciones sexuales, ya que así se administra antes de que se haya podido producir el contagio. 

España también recomienda la vacuna en determinados colectivos más allá de la adolescencia. Dentro de estos grupos de riesgo se encuentran las mujeres que han sido tratadas quirúrgicamente por una lesión previa, ya que tal y como explica Charo Cambronero, del departamento médico de vacunas de GSK, «el riesgo de desarrollar un cáncer de cérvix en estos casos es entre tres y 12 veces mayor que el de la población general». También se aconseja en mujeres que tienen alterado su sistema inmune, como es el caso de pacientes con VIH positivo o inmunodeprimidas, aunque en estas situaciones no todas las comunidades autónomas financian la vacuna.

La gran batalla ahora está en incluirla también en el calendario de los niños porque, aunque en el varón la carga de enfermedad por VPH no es tan grande, sí puede ser el responsable de la aparición del cáncer de pene, ano y orofaringe, por lo que también podrían beneficiarse de la inmunización. En este sentido, David Moreno coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) incide en que «desafortunadamente, ninguna comunidad vacuna de forma gratuita a los varones, a pesar de estar recomendada ya en más de 15 países como Estados Unidos, Australia, Brasil o Argentina».