Diálogo, buen clima, profesionales entrenados, técnicas para favorecer la comunicación y buenas dosis de psicología garantizan el éxito de la mediación intrajudicial, un servicio sujeto a un proyecto experimental que puso en pie Mediacon (la Asociación de Pacificación y Mediación de Conflictos de Castilla-La Mancha) en Toledo hace poco más de dos años, que está ganando peso resolviendo conflictos civiles, familiares, penales o mercantiles como alternativa al ámbito judicial. 

El equipo de mediación, formado por ocho personas, trabaja muchas horas a la semana para sacar adelante los asuntos derivados de los juzgados, cada vez más sensibles hacia esta manera pacífica de resolver los conflictos basada en el diálogo de las partes, que ahorra dinero y tiempo, puesto que la media de resolución de cada caso es de dos meses, aunque los más complicados requieren más meses y los más sencillos pueden resolverse en una sesión. Todo depende de la disposición de las personas implicadas y del nivel de desavenencia.

El servicio de mediación intrajudicial de Toledo está muy satisfecho con el balance de actividad del año pasado. Llevó 164 casos, casi un 20% más de asuntos que en 2013, la mayoría procedentes de los siete juzgados de Primera Instancia e Instrucción. Pero el dato que más llama la atención, sin duda, es que el 78% de los conflictos terminaron logrando un acuerdo después de una o de varias intensas sesiones con mediadores actuando de moderadores. Una vez que concluye se le envía el acuerdo al juez para que lo estudie y lo homologue. 

El servicio sale bien parado en este porcentaje, ya que las mediaciones exitosas se situaban en un 72% en 2013 y se han logrado aumentar en un 6%, lo que pone de manifiesto que se trata de un servicio ágil que está demostrando su solidez desde que se puso en marcha como programa experimental. Yen comparación con los servicios que se ofrecen en otras capitales de provincia, el de Toledo es aventajado porque los porcentajes de éxito entre el 54% y el 80%.

Ahora el equipo, compuesto por mediadores, una psicóloga, un economista, una educadora social y un coach, mantiene un intenso ritmo de trabajo en la biblioteca del Palacio de Justicia que se le cedió hace tiempo a falta de un local adecuado para llevar el servicio.  

«Los jueces cada vez están más concienciados sobre la mediación, que es gratuita, y están abiertos a ella, aunque hay de todo», explica María Teresa Delgado, mediadora y presidenta de Mediacon, y asegura que la difusión es fundamental, tanto en los juzgados como fuera de ellos para que las partes de un conflicto estén informadas de que se puede iniciar una mediación en cualquier momento, habiéndose o no iniciado un proceso judicial, puesto que también se trabaja la mediación extrajudicial, aunque esta última todavía no ofrece mucho trabajo porque aún no ha calado esa cultura.

 

familia. El equipo de mediación también se volcó el año pasado en los conflictos de origen familiar. «Cuando mediamos estamos dando a las partes herramientas para el futuro», explica Mari Carmen Fernández. El año pasado resolvieron más de 50 asuntos y este año esperan que la cifra aumente, ya que ronda el  10%de los casos que ingresa el órgano judicial, porque considera muy positivo que los conflictos matrimoniales que afectan a los hijos puedan resolverse dialogando en lugar de acudir al ámbito judicial «porque se hace mucho daño a los menores». 

Esta mediadora va incluso más allá y considera que la mediación intrajudicial también podría llevar «casos de violencia en la pareja» siempre que no pesen órdenes de alejamiento o se haya generado un delito, ya que podría facilitar la comunicación de la pareja para intentar controlar el problema y que la situación no se desborde. 

Los asuntos mercantiles también han ido cobrando peso en la mediación. El juez decano de Toledo, Juan Ramón Brigidano, titular de ese juzgado, uno de los más saturados, derivó un total de 23 asuntos en 2014. Si bien, el equipo de mediación se ha planteado como reto este año asumir más materia mercantil, pero no es el único objetivo porque está a punto de empezar a trabajar también con los juzgados de lo Penal, aunque en estos más de dos años de trabajo han visto bastantes asuntos menores de esta jurisdicción. Además, los mediadores mantienen un estrecho contacto con la Policía Nacional para la resolución del conflictos comunitarios y vecinales, asuntos que llegan con más asiduidad a la mediación.

De momento, el servicio no contempla absorber conflictos contenciosos-administrativo, a pesar del enorme volumen de trabajo de los dos órganos  de la capital «porque las administraciones suelen ser más reticentes a sentarse a dialogar sin un juzgado de por medio», opinan. Hasta la fecha, sólo Canarias ha puesto en marcha un proyecto enfocado a la mediación contencioso-administrativa pese a que el Consejo General del Poder Judicial c(CGPJ) dispone de un protocolo destinado a esta resolución de conflictos.

La mediación funciona muy bien, pero todavía falta que esta solución alternativa para la resolución de asuntos cale más en  los juzgados y, sobre todo, en el Ministerio de Justicia a fin de que destine una partida presupuestaria a un servicio que trabaja gratis desde hace más de dos años.