CSI.F y CAS alertan del «colapso» en el Complejo Hospitalario de Toledo por la puesta en marcha del programa 'Mambrino XXI'

J. Monroy / LT
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Aseguran que la puesta en marcha del nuevo sistema de información y gestión clínica se ha llevado a cabo sin la supervisión del personal adecuado y que está provocando retrasos y pérdida de información

La Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS) en Toledo y el sindicato CSI.F, a través de su presidente autonómico del sector Sanidad, Juan José García Cruz, han denunciado que la puesta en marcha del programa informático ‘Mambrino XXI’ en todo el Complejo Hospitalario de la ciudad ha supuesto la pérdida de información clínica «de gran relevancia», al menos hasta que se ha ido conociendo el funcionamiento del programa implantado. Esto, advierten, conlleva riesgos en la seguridad de los pacientes al haberse iniciado sin una formación adecuada.

El nuevo sistema se puso en marcha de madrugada el día 14 de junio en todo el Complejo, desactivando, denuncia la Coordinadora, los programas anteriores con los cuales estaban familiarizados, «y contentos», los profesionales. Hay que tener en cuenta, advierte la CAS Toledo, que el cambio de sistema informático no ha sido a petición de los profesionales, «muy al contrario ya que consideramos que está perjudicando nuestra actividad asistencial y poniendo en riesgo a nuestros pacientes». A todo eso, añade, se une el estrés generado en los profesionales durante los primeros días frente a una nueva herramienta de trabajo que no conocen y a la dificultad para realizar una correcta atención a los pacientes, que han sufrido una vez más, las demoras y la improvisación de la administración. Porque, advierte la Plataforma, «la formación ha sido a todas luces inadecuada, la implantación dictatorial y los fallos en el programa y en el sistema continuos y de máxima gravedad».

Plataforma. Desde la Plataforma por la Sanidad Pública en Toledo, integrada en CAS Toledo, Helena Galán confirma que el programa está complicando mucho el trabajo en el Complejo Hospitalario a unos profesionales que no han recibido la suficiente información y están «aprendiendo a base de golpes». ‘Mambrino XXI’ es, advierte Galán, totalmente distinto a su predecesor, ‘Gacela’, y mucho más complicado, cuyo manejo al final están aprendiendo los profesionales con el uso. El nuevo sistema obliga a rellenar muchas casillas para escribir, aunque sea un mínimo comentario. Hay unos varemos que son imprescindibles para guardar el informe. «Te puedo decir que para poner una temperatura, tienes que rellenar 25 casillas, si no, no puedes registrarla», advierte. El programa no sólo amplia el trabajo, sino que lo complica mucho. «Imagina que estás escribiendo un informe y te tienes que ir a atender a un enfermo, pues pasados diez minutos, no puedes recuperar todo lo que has escrito», continúa la portavoz de la Plataforma.

A pesar de todo esto, los profesionales del Complejo, advierte Galán, apenas han tenido formación. Por ejemplo, las auxiliares tan sólo han recibido una hora de formación, y las enfermeras cuatro. «Y con eso, se tiene que gestionar todo el hospital», critica. De forma que, cuando tienen que pedir por ejemplo una radiografía de tórax, un proceso totalmente informatizado, desconocen cómo hacerlo. Van probando, hasta que han descubierto que tenían que poner «comillas, tórax, con acento, y comillas», y sólo así aparecen las opciones. «Es decir, tienes que ir probando palabritas, hasta que llegas a la pantalla que debes», se lamenta.

De esta forma, critican desde la Plataforma y desde CSI.F, los primeros días de implantación de Mambrino XXI «ha sido un caos, no funcionaban las claves, nuestros informes se han quedado en papel y no podías informar a tus compañeros». En muchas unidades, advierte Galán, estos papeles se conservarán, pero en otros ni siquiera ha habido tiempo para escribirlos.

La instalación de este programa, advierte Galán, era uno de los objetivos de Cristina Granados, con lo que «ya ha cumplido su productividad». Todo ello, cuando «en Albacete ha costado dos años para que comience a funcionar en condiciones, y la gente está aquí aprendiendo a base de golpes, con una formación nula».

Por su parte, desde CSI.F señalan que el «caos» ha llegado a tal punto que muchos trabajadores se plantean acudir al juzgado de guardia, afirmando que «la situación es de tal gravedad que había que valorarla como ‘crisis sanitaria’ en el Virgen de la Salud». Por todo ello, solicitan el cese fulminante de la gerente, Cristina Granados.