El reto de Diego Puig por Apanas Toledo

C.M
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El 10 de marzo, el corredor realizará el recorrido de la Maratón de Barcelona para conseguir donativos con el objetivo que los «chicos y chicas de Apanas puedan practicar deporte y participar en actividades de ocio». Lo apoyan Rey y Vanessa Veiga

Diego Puig, un atleta  de Ripollet, conoció a la gran familia de la Asociación Provincial de Familias de Personas con Discapacidad Intelectual y Dificultades del Desarrollo (Apanas) durante unas vacaciones en Málaga. Allí junto a su familia pasó unos días inolvidables en los que conoció «una realidad diferente a la mía» a través de un grupo de personas que «son mejores que yo». Tras esta vivencia, el atleta pensó en agradecer a este grupo de Toledo «todo lo que hicieron por mí y por mi familia», y como «me dedico a correr», optó por un reto solidario  a través de la Plataforma on line ‘Mi Grano de Arena’.

Desde la emoción de quien no deja de destacar el esfuerzo de las personas que poseen muchas más dificultades que el común de los mortales, Diego Puig decidió correr la Maratón de Barcelona por ellos a través de una campaña de crowdfunding -financiación colectiva- con la que contribuir a que personas con discapacidad intelectual puedan acceder al Deporte y realizar actividades de ocio.

Apoyan al corredor en este reto Julio Rey y Vanessa Veiga que no quisieron perderse la presentación de esta propuesta en la que están implicados. Y puesto que ambos van a ayudar a Puig a conseguir este objetivo compartido, apuntó Veiga la necesidad de «aportar granitos de arena» para ayudar a las muchas personas que lo necesitan y que, por fortuna, encuentran a personas como las que conforman el equipo de Apanas a las que, aseveró, «os tenemos que agradecer una labor de más de 50 años».

Con este objetivo «nacido del corazón», quienes deseen apoyar esta iniciativa podrán aportar sus donaciones -desde 5 euros- en la plataforma www.migranodearena.org/en/cause/19185/corriendo-por-la-inclusion-la-maraton-de-barcelona y aunque el reto se ha establecido en 5.000 euros, desde Apanas -sonríen- no ponen ningún obstáculo a que se pueda superar la cifra.

En este punto, la presidenta de la asociación, Mª del Mar Azaña, agradeció esta iniciativa que  apuesta por lograr que personas con discapacidad intelectual sin recursos económicos «puedan practicar deporte y participar en actividades de ocio». No en vano, apreció la gerente de Apanas, Sagrario Balmaseda, la importancia que para todas las personas «disfrutar el ocio» y la necesidad de poder acercarlo a «todas las realidades».

La consecución de grandes objetivos partiendo de pequeños gestos es el sustento de un proyecto que a instancias de Diego Puig está tratando de conseguir patrocinadores que aumenten la cantidad recaudada. De ahí que el atleta señalase que las empresas y marcas que habitualmente le apoyan realizarán sus aportaciones y se implicarán con este reto a través de distintas acciones de mecenazgo.

No dudó, en este punto, en señalar el doble valor de su propuesta, ya que además de conseguir financiación para que Apanas continúe con su labor, también puede ser propicia para «unir territorios» en tiempos de «desunión entre tierras». Porque, al igual que él -que vive en Barcelona- encontró a los «chicos y chicas de Toledo en Málaga» y decidió ayudarlos «desde allí y para aquí», el camino no puede ser más adecuado para el intercambio y el entendimiento»