Abandonado por vacaciones

Rocío García Cañadilla
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Según datos de la Asociación San Bernardo, en Toledo capital se abandonan alrededor de unos 170 perros al año, en la región la cifra se multiplica cuatro veces más

Anualmente se abandonan en Toledo en torno a 170  perros. «Las llamadas son diarias» según cuenta Alberto Gomez, el presidente de la Asociación Protectora de Animales San Bernardo, que es la encargada de la gestión de la perrera municipal. Eso son sólo los datos de los animales de compañía abandonados en Toledo capital, porque si hablamos de la región, la cifra se multiplica por cuatro.

Según el estudio del 2014 de la fundación-affinity  cada 3 minutos se abandona un animal de compañía en nuestro país. España obtuvo el año pasado el vergonzoso récord de Europa de número de mascotas abandonadas. Más de 140.000 animales de compañía entre perros y gatos.

Ahora, con la llegada del verano, estas cifras suelen crecer alarmantemente. Desde la Asociación se pretende concienciar contra el abandono en la época estival. Aunque también reconocen que el motivo por el cual en julio han ingresado más perros en el centro, se debe al hallazgo de varias camadas en la ciudad. Jose Antonio Catalán, el tesorero de la asociación, nos cuenta que «en este último mes, la perrera ha registrado, al menos, un ingreso diario. Pero, por lo general, las cifras se mantienen estables a lo largo del año, ha sido algo coyuntural».

Actualmente la protectora acoge a 105 perros, todos ellos agrupados según su carácter y su tamaño. A pesar de que las instalaciones tienen como unos 30 años, los animales están en perfectas condiciones. «Se ha logrado socializar a todos los perros, aquí  lo que prima es que los perros estén felices y sanos» dice Alberto.  Aún así, la protectora está desbordada, la capacidad del centro de acogida está al 100% de su capacidad.

 A pesar de todo, el nivel de adopciones es muy bueno. «En lo que va de verano, hay una media de 10 adopciones mensuales,  por ejemplo, la semana pasada se dieron unas 6 adopciones». La gente que viene a adoptar está concienciada, le gustan los animales y se dejan asesorar por los mienbros de la perrera. Todo para elegir a la mascota adecuada y que la adaptación del animal a la familia sea la idónea. «No todo el mundo está preparado para tener un animal. Es un gran compromiso» cuentaJose Antonio.  Después de la adopción, la labor del centro no termina ahí, sino que realizan un  seguimiento para comprobar la adaptación del perro a su nuevo hogar.

«Mañana mismo una familia que vive en Finlandia se van a llevar a Uma, una perrita negra que es un encanto» dice Alberto. También ha aumentado el número de voluntarios que participan solidariamente con la Asociación. Pero todavía queda mucho camino que recorrer.

Desde el centro quieren hacer una campaña sensibilización para que la gente adopte perros de más edad. Muchas de las  personas que se acercan a por una mascota vienen buscando cachorritos o perros pequeños, pero educarlos es una tarea complicada. Incluso mucha gente viene a por una raza en concreto, y no se dan cuenta  de que los perros sin raza, o de raza única (cómo los llama Jose Antonio) son igualmente estupendos.

Aún son muchas las tareas que tiene pendiente la sociedad en cuanto al tema de  mascotas como: concienciar a los dueños de la obligatoriedad de la vacuna de la rabia,  ponerle el chip al animal, o saber aplicar el  protocolo en caso de encontrarnos con un perro abandonado.