Está siendo una primavera tranquila para los alérgicos. Al menos lo ha sido hasta el momento, porque las previsiones indican que el próximo mes y medio va a ser duro para quienes tienen problemas con gramíneas y olivo. Así lo apunta el responsable de la Unidad de Aerobiología del servicio de Alergia del Complejo Hospitalario de Toledo, Ángel Moral, quien explica que el frío del invierno y las últimas lluvias son a la vez responsables de ambas circunstancias. "Esto ha influido mucho en los pólenes de aquellos meses y de esta primavera. Por un lado, el frío ha retrasado la polinización de algunas especies. Los almendros, por ejemplo, comienzan a florecer a finales de enero o principios de febrero, pero este año lo han hecho a primeros de marzo".