Castilla La Mancha fue en 2011 la sexta comunidad más beneficiada en relación al balance entre ingresos fiscales y gasto público. Así lo manifestó ayer el profesor Ángel de la Fuente en la presentación de las cuentas públicas territorializadas realizadas por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

La región castellanomanchega recibió 2.043 millones de euros más de los que aportó, y se posicionó sexto en la lista de territorios más beneficiados por el sistema de reparto. Andalucía (7.421) y Canarias (4.054) son las dos regiones que salieron mejor paradas y en el lado opuesto las que mayor déficit fiscal presentaron fueron Madrid (-16.723) o Cataluña (-8.455).

Si se analizan los datos per cápita, Castilla La Mancha baja un puesto y se sitúa en la séptima posición con 964 euros por persona de beneficio. En este apartado en la cabeza de la lista están Ceuta y Melilla que reciben 4.312 euros más de los que aportan y a la cola Madrid (-2.575) y Cataluña (-1.119) junto con Baleares (-1.329).

Los datos de estas balanzas fiscales se elaboraron con los criterios del grupo de expertos escogidos por el Ministerio de Hacienda, cuyo portavoz precisó que «aportan más las comunidades más ricas» y justificó así las balanzas negativas de hasta cuatro autonomías. «Que paguen más los ricos no es ni raro ni preocupante» afirmó De la Fuente.

Se trata de la segunda vez que se difunden las cuentas territorializadas. En 2008, el anterior Gobierno también publicó estos datos utilizando como referencia los ingresos y gastos de 2005. «La situación era muy diferente, ya que ahora estamos en lo más hondo del pozo». Por ello se congratuló de que ahora en adelante este informe vaya a difundirse de forma recurrente.

En la evolución entre 2005 y 2011 se observa cómo el superávit de Castilla La Mancha se ha reducido de forma muy significativa. Misma situación que vivieron Extremadura y Asturias frente a la mejora del déficit fiscal de Cataluña, que se reduce en 3.400 millones. En relación al estudio de 2008, Castilla La Mancha pierde 1.610 millones de euros de beneficio, o un 6’42% del PIB. Desde el Ministerio apuntan a que se debe a «una fuerte caída de la inversión en infraestructuras desde lo que seguramente era un pico atípico en 2005».

En este cálculo tiene un peso importante los ingresos, que alcanzan prácticamente el 70% o la financiación regional que supone el 20%, seguida por las ayudas regionales (6’4%) y las subvenciones a ciertos sectores productivos como la agricultura (10%). Sin embargo el gasto en transporte e infraestructuras «tiene más peso en el debate que en la balanza» según aseguró De la Fuente. Tal y como muestra el informe realizado las infraestructuras tendrían un peso medio de 1’6%.