Cinco años sin humo

e.martin / toledo
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Los hosteleros aseguran que se ha apreciado cierta recesión en el sector después de que se prohibiera fumar en los locales de ocio • González dice que, por otro lado, ya se aprecia una cierta recuperación del consumo

Cinco años sin humo. Se cumple un lustro desde que se prohibiera fumar en establecimientos públicos destinados al ocio. El endurecimiento de la Ley Antitabaco llegaba así a 6.000 establecimientos de la provincia de Toledo. Carteles y dípticos eran claros, quedaba prohibido fumar. El sector, muy preocupado al principio, reconoce cinco años después que la situación se ha normalizado. Está claro que ha habido una reducción en la facturación de los negocios de este ámbito, pero no se puede achacar en su totalidad a esta medida puesto que los efectos de la crisis se han notado en bares, restaurantes y discotecas. Así lo indica a este diario el presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de la provincia de Toledo, Luis González, que afirma que no se puede hacer un balance ni totalmente positivo ni tampoco negativo.

Los hosteleros reconocen que el ambiente en los locales es mucho más saludable que cuando se podía fumar dentro de los establecimientos públicos destinados al ocio.

El 2 de enero de 2011 el Gobierno central llegaba incluso a eliminar la reserva de zonas para fumadores para respirar libre de humo. Los empresarios temían caídas en la caja. Se han producido, pero no tanto como temían. La imagen ha cambiado, ahora la gente sale a la calle a fumar, lo que, asegura, puede causar molestias entre el vecindario. «Hay que compaginar el derecho a fumar con la convivencia».

Terrazas y veladores se han multiplicado en las calles y la sociedad ya ha asimilado este cambio de hábitos. González reconoce que se ha producido cierta recesión, pero que la tendencia va a mejor porque «se está viendo una recuperación en el consumo».

Desde entonces los negocios de la provincia dan cumplimiento a la normativa empezando con la instalación de carteles indicando que no se puede consumir tabaco dentro, que es perjudicial para la salud y  que su venta no se permite a menores de 18 años.

Algunas de las sanciones que se manejan son de treinta euros mínimo si se comete una falta leve y entre 600 y 1.000 si el dueño lo consiente. No obstante, González apunta que el cumplimiento de la normativa es generalizado porque   este cambio de comportamiento en la sociedad ya está más que asumido. «Nadie consentiría que alguien estuviera en un bar fumando a su lado. Socialmente está reprobado. Es una página que ya hemos pasado».

El Congreso de los Diputados, tras un año de debate, daba luz verde a la nueva normativa que en la provincia implicaría que en alrededor de 6.000 dependencias hosteleras se dejara de fumar.

Los cálculos indicaban que los restaurantes podrían perder un diez por ciento y un quince por ciento en bares y cafeterías. Donde temían que se notara más era en el ocio nocturno, las previsiones apuntaban a un 25%.  A día de hoy, el presidente del colectivo afirma que la ley no se ha dejado sentir en unos ámbitos más que en otros dentro del sector. «El ocio nocturno está de capa caída», dice, si bien no lo atribuye tanto a esta reforma. «Ahora la copa se ha trasladado más hasta el ámbito doméstico. La asociación está poniendo en marcha iniciativas para que se pueda recuperar la afluencia en este tipo de locales, frecuentados sobre todo por gente con una edad comprendida entre los 18 y los 35 años».

La ley contó con el respaldo de sociedades científicas, médicos, enfermeros y asociaciones de pacientes, que recordaron que el tabaquismo es una de las principales causas de muerte. Mientras, los empresarios plantearon soluciones intermedias que la Cámara Baja rechazó como algún tipo de ayudas para los hosteleros que habían hecho un desembolso para adaptar sus locales a la primera ley. Incluso apelaron a cómo en Europa solamente existían en aquel momento tres países con veto total y que eran Chipre, Gran Bretaña e Irlanda. Había un cuarto que era Grecia, «pero la ley duró escasos meses», apuntaron en su día los empresarios de este sector.

Los hosteleros esperaban que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero diera «marcha atrás» si se cumplían los peores augurios de pérdida de facturación y de empleo.

estado del sector. Por otro lado, el presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de la provincia de Toledo asegura que el sector ha experimentado un crecimiento si se compara 2015 con los resultados de los últimos años dejando al margen los efectos positivos que en 2014 dejaron en Toledo los actos enmarcados en la celebración del IV centenario de la muerte del Greco. Las perspectivas para este año 2016 en principio son buenas, dice también Luis González, quien hace hincapié en que se esperan buenos resultados de un ejercicio en el que la ciudad ya puede ejercer su título de Capital Gastronómica.

Cabe destacar también que como ha indicado recientemente la alcaldesa de la capital regional, Milagros Tolón, han sido alrededor de tres millones de turistas los que visitaron Toledo durante el año 2015. Pero como insiste González, se trata de un tipo de viajero que solo viene hasta la capital regional para pasar un día, por lo que el caballo de batalla sigue siendo que los visitantes pernocten en estos establecimientos, lo que «tendría una repercusión positiva sobre otros ámbitos como es el caso del comercio».