Un día para olvidar

Área 11
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El CD Torrijos cae con estrépito ante la UD Talavera en un encuentro complicado en el que apenas tuvo opciones para conseguir salvar algún punto.

Un día para olvidar

El Torrijos vuelve a caer a los puestos de descenso después de resucitar a la UD Talavera, que volvió a ganar en su casa después de muchas semanas con un contundente 3-0 ante los rojiblancos. Los azulones estuvieron muy inspirados y pudieron haber cosechado un marcador aún más amplio en El Prado.

El inicio fue dubitativo por ambas partes. Nadie asumía la dirección de la pelota. A los azulones no les hizo falta eso para adelantarse en el marcador. Un fuerte zapatazo de Diego Prado puso a los talaveranos por delante en el luminoso. Un buen gol que espoleó a los locales hacia su objetivo. Era un empujón de confianza. Precisamente lo que necesitaban.

Fue ese tanto un buen impulso. En los siguientes minutos, pudo llegar el segundo tanto de los talaveranos. La ocasión más clara fue de Borja Lafuerza, que se hizo un hueco dentro del área y enlazó un disparó que se tropezó con el poste.

Instantes después la meta de Córdoba pudo ser perforada pero la zaga evitó, ‘in extremis’, un remate de Rober que habría sido un gol cantado. Los torrijeños estaban pasando por malos momentos y la UD Talavera lamentaba las ocasiones que estaba marrando ante la meta de los visitantes.

Aunque los rojiblancos estaban completamente superados por el colista de la categoría, trataron de buscar el gol desde larga distancia, pero César respondió bien a intentonas como la de Asier. El Torrijos empezó a dominar, por mucho que no se tradujera en ocasiones, y parecía que podría lograr el empate.

Los minutos finales del primer tiempo fueron muy intensos, con ocasiones para ambos bandos. Chumy pudo empatar, pero despejó César con acierto, y Borja pudo ampliar la ventaja pero se topó de nuevo con su peor enemigo, el poste.

Segunda mitad. Tras el paso por los vestuarios, se vio a un Torrijos con más ganas. Los variados cambios visitantes añadieron control, pero no profundidad. Ahora bien, había que guardar la ropa porque, a la mínima, los talaveranos cogían en desventaja a su rival.

Rober tuvo una opción mediada la segunda parte, pero remató flojo a las manos de Córdoba. Oportunidades como ésta hicieron bajar las manos a los visitantes, que perdieron un tanto las referencias y empezaron a permitir accesos a su portería con cierta facilidad.

Tardó el equipo Unionista en cerrar el choque, pero al final lo hizo. Mucho tuvo que ver la combinación entre Romi y Álvaro. Los balones desde la banda del primero sirvieron para que el segundo hiciera los dos goles que le dieron la tranquilidad y los tres puntos a los talaveranos.

Para esos últimos diez minutos, el Torrijos había desaparecido y la Unión era un ciclón. Un penalti desaprovechado por Rober, otra oportunidad inconclusa de Jony y una tercera de nuevo de Rober, no llegaron a ser el cuarto tanto. Quizás mejor. Quizás se lo reservaron para otro día. Les hará falta.