Schreiber Foods readmite a tres empleados despedidos por Senoble

L. T. / Talavera
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Los despidos tuvieron lugar en el mes de diciembre cuando los trabajadores comenzaron a promover junto a CCOO la celebración de las primeras elecciones sindicales en la fábrica

La multinacional Schreiber Foods, propietaria de la planta de productos lácteos que Senoble montó en Talavera, ha readmitido ante la titular del juzgado de lo Social de Toledo a tres trabajadores que fueron despedidos el pasado mes de diciembre por promover con CCOO las primeras elecciones sindicales en la factoría talaverana.

Según informó ayer en nota de prensa el propio sindicado, CCOO demandó en su momento la nulidad de los despidos por vulneración del derecho fundamental de libertad sindical. En la vista celebrada en la capital provincial, y «ante al obvia posibilidad de perder la causa y tener que asumir también la indemnización por daños y perjuicios que reclamaba el sindicato para los trabajadores», la empresa manifestó su voluntad de readmitir a los despedidos, evitando así la celebración del correspondiente juicio.

Desde CCOO valoran de manera positiva la rectificación de Schreiber, aunque recuerdan que «la empresa podía y debía haber sopesado la posibilidad de rectificar mucho antes de llegar a juicio, tal y como le planteamos reiteradamente para resolver esta cuestión sin llegar a los tribunales».

Sin previo aviso. En diciembre de 2014, transcurrido sólo medio año de la inauguración de la fábrica de Talavera, se convocaron las primeras elecciones en este centro de trabajo, que en aquel momento era aún propiedad de la multinacional francesa Senoble. La dirección de la fábrica despidió entonces a cuatro trabajadores que estaban promoviendo la candidatura de CCOO. La empresa calificó los despidos de disciplinarios, sin mayor justificación y sin avisar ni indemnizar a los trabajadores despedidos, todo ellos con contratos indefinidos.

CCOO advirtió desde el principio que los despidos carecían de fundamento, vulneraban el derecho a la libertad sindical y sólo tenían como objetivo impedir la conformación y presentación de la candidatura del sindicado a las elecciones sindicales, al tiempo que la dirección de la fábrica alentaba la presencia de otro sindicato. Posteriormente, uno de los trabajadores decidió aceptar la indemnización por despido improcedente que finalmente le ofreció la empresa, mientras los otros tres siguieron reclamando la nulidad de sus despidos y la reincorporación a sus puestos de trabajo, tal y como ahora ha aceptado Schreiber.

Coincidiendo prácticamente en el tiempo con la convocatoria de las elecciones y los despidos ahora anulados, Senoble vendió a Schreiber tanto la planta de Talavera como la que también poseía en Noblejas, dedicadas ambas a la fabricación de yogures para Mercadona.