La Junta de Gobierno Local se dio ayer por enterada de «la desestimación de las alegaciones formuladas por el Ayuntamiento de Toledo» al proyecto del Hospital Universitario por parte de la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales.

El concejal de Empleo, Antonio Guijarro, que ayer hizo de portavoz del equipo de Gobierno, recuerda que las principales enmiendas municipales iban dirigidas contra el precio final de la obra que según los socialistas presenta un «sobrecoste» de 643 millones de euros con relación al proyecto original.

También expresaban el desacuerdo con la reducción de número de camas, advertían que no se ha tenido en cuenta el crecimiento vegetativo de la población de manera que faltan medios para atender las secuelas del envejecimiento y, finalmente, expresaban un criterio contrario a la «perdida de autonomía» del hospital de Parapléjicos al incluirlo dentro del Complejo Hospitalario.

Guijarro concluye que «el modelo del PP» significa que Toledo tendrá «menos hospital con más gasto» y subraya que lo importante es el retraso que lleva la obra mientras los profesionales y los pacientes siguen «soportando» una sanidad «tercermundista» en las instalaciones del Virgen de la Salud.

Guijarro lamenta la decisión del Gobierno de Castilla-La Mancha y considera que la negativa a tener en cuenta las alegaciones resulta «desacertada» por las consecuencias que tendrá sobre la población cada uno de los puntos que se analizaban

El cuanto al plan de movilidad que reclama IU desconoce si se trata de un tema que esté suficientemente resuelto pero subraya que las puesta en funcionamiento de la instalación está «supeditada» a que el Ayuntamiento dé su visto bueno.