Un estudio arqueológico retrasa el inicio de la obra del Mercado de Abastos

J. L. M. / Talavera
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La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Diputación está valorando unos trabajos previstos en el sótano, ya que en esa zona hay restos de un antigua iglesia Jesuita

Aspecto que presentaba ayer el Mercado de Abastos. - Foto: Peña

La puesta en marcha de las obras de remodelación y acondicionamiento del nuevo Mercado de Abastos ha vuelto a sufrir una nueva demora, aunque en este caso es del todo inesperada para la promotora del proyecto, Técnicos de Gestión Integral de Proyectos y Construcción, S. L. (IPRO). Entre los trabajos que IPRO tiene previsto llevar a cabo en el edificio está la conversión del sótano en un área para almacenaje, tarea esta que está siendo evaluada en estos momentos por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Diputación de Toledo, ya que en ese punto en concreto del recinto hay restos de la antigua iglesia de los Jesuitas sobre la que se levantó el inmueble.

El director técnico de la gestora, Andrés Pérez, aseguró a este diario que este contratiempo les ha descolocado por completo, debido a que su intención era iniciar las obras a finales de junio. Sobre esta cuestión, hay que recordar que la empresa planteó en un primer momento arrancar los trabajos en Semana Santa, pero una serie de modificaciones técnicas requeridas por el Ayuntamiento en el proyecto de obra originario retrasaron la concesión de la licencia para acometer la remodelación.

Además, Pérez precisó que en ningún momento han tenido intención de emprender una reforma de gran envergadura, sino más bien una adecuación del mismo para acoger diferentes locales de venta y de hostelería. Por ello, se mostró un tanto sorprendido ante el hecho de que la Institución provincial tenga que evaluar ahora las labores proyectadas en el espacio que cumplirá las funciones de almacén.

No obstante, lo que más le preocupa al representante de IPRO es el hecho de que el estudio arqueológico requerido a la Diputación se  haya encargado en plena temporada estival, debido a que considera que esta es una época complicada para la resolución rápida de este tipo de trámites. «Se nos ha metido en medio el verano y esto es precisamente lo que no queríamos», subrayó en este punto Andrés Pérez.

Pero para la concejala de Patrimonio, María Rodríguez, esta cuestión no ha de suponer ningún problema para que el proyecto siga adelante, ya que, según apuntó en declaraciones a este periódico, la tramitación no tardará en resolverse y será favorable a los intereses de la gestora.

De todas formas, lo que sí parece muy complicado en estos momentos es que se cumpla el objetivo de abrir las instalaciones para la Navidad de este año, tal y como anuncio el administrador y presidente de IPRO, Javier  García, en el acto de presentación del proyecto que tuvo lugar a principios de diciembre de 2013.

Fechas claves.

2013, Mayo. La concejala de Artesanía y Comercio, Alicia Godoy, anuncia la intención del Ayuntamiento de convertir el Centro de Promoción de la Artesanía en un nuevo Mercado de Abastos, recuperando así la actividad desarrollada en el inmueble durante más de medio siglo, y que cesó en el año 1999.

2013, Agosto. Tras la apertura de plicas en el Consistorio, Godoy comunica que Técnicos en Gestión Integral de Proyectos y Construcción S. L. (IPRO) será la empresa encargada de gestionar el nuevo Mercado de Abastos, en el que prevé una inversión de 2’4 millones de euros.

2013, Diciembre. El administrador y presidente de IPRO, Javier García, presenta públicamente el proyecto para adecuar y acondicionar el Mercado de Abastos de la calle Corredera del Cristo. En declaraciones a los medios, García señala que tienen la intención de abrir la instalación en la Navidad de 2014.

2014, Febrero. IPRO ya tiene las llaves del edificio y en el Boletín Oficial de la Provincia aparece publicado el derecho de concesión demanial sobre el inmueble, cuyo valor asciende a más de 966.000 euros, cantidad que se corresponde con el canon que deberá abonar la sociedad gestora al Ayuntamiento talaverano para regir el destino de las instalaciones durante un periodo de 35 años.