Un pacto que sigue en el aire

Agencias
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Tsipras asegura que las negociaciones con los acreedores están en el «tramo final» y que ya se ha comenzado a redactar un acuerdo a nivel técnico, un dato desmentido desde Bruselas

 
 
El acuerdo entre Grecia y sus acreedores no solo se está demorando más de lo previsto, sino que, además, ayer creó el caos en el seno de la comunidad internacional. Y es que, primero, el Gobierno heleno anunció que se había comenzado a diseñar un acuerdo técnico entre ambas partes -el Ejecutivo de Atenas y las instituciones, formadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE)-, dando ya por hecho que el pacto era casi una realidad. Posteriormente, fuentes de Bruselas negaron tal circunstancia, remarcando que no se había avanzado lo suficiente para llegar a dicho paso. Después, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, remarcó que las conversaciones estaban ya «en el tramo final», llegando incluso a dar detalles de un posible borrador. Y, por último, al menos hasta el cierre de esta edición, de nuevo fuentes comunitarias descartaron esas informaciones.
A primera hora de la tarde, un alto cargo del Gabinete de Syriza proclamó que el equipo negociador heleno y la antiguamente conocida como troika estaban comenzando a redactar un acuerdo a nivel técnico sobre las reformas exigidas al país para desbloquear nuevas ayudas del rescate. Según este mismo funcionario, dentros del plan no se contemplaban más recortes de pensiones y salarios, sino que se incluían objetivos de superávit primario bajos para el primer año y no reflejaba un incremento del IVA. Eso sí, subrayaba que seguía habiendo «discrepancias», principalmente con el FMI, aunque insistía en que el acuerdo «ya ha sido sellado».
Tras estas afirmaciones, fuentes comunitarias se limitaron a desmentir estos datos y a indicar que los delegados de todas las partes seguían sentados en la mesa de diálogo.
Horas después, el propio Tsipras, que había exigido a sus representantes en Bruselas que acelerasen el proceso, ya que las arcas públicas están prácticamente vacías, suavizó la información dada desde su Gabinete. Sin llegar a señalar que el pacto estaría ya escrito, sí que indicó que su Gobierno se encuentra en el «tramo final» de las negociaciones.
Según el primer ministro, los detalles del supuesto compromiso, que sí que incluiría nuevos recortes a los sueldos y a las pensiones, serán revelados dentro de poco, agregando que todavía se deben cerrar algunos flecos.
«Estamos en la recta final», insistió. «Obviamente, se necesita calma y determinación», añadió.
Sin embargo, desde la Comisión Europea volvieron a desdecir a Atenas y su vicepresidente, el también griego Valdis Dombrovskis, aseveró que las reuniones aún no han arrojado avances suficientes como para elaborar un acuerdo definitivo. «Estamos trabajando intensamente para llegar a ese punto. Pero aún estamos ahí», remarcó.
Además, aplaudió que hubiera acercamiento en cuestiones como la reforma del IVA, pero indicó que persisten diferencias en temas como el ajuste de las pensiones, los funcionarios o la reforma laboral.
El organismo que preside Jean-Claude Juncker advirtió de que ya hay un retraso de un mes, ya que, en un principio, estaba previsto que Atenas presentara a finales de abril su lista completa de las reformas que pretende aplicar para recibir la ayuda de 7.200 millones. En este sentido, lamentó que se estuviera especulando con un final a este culebrón y señaló que las conversaciones, hasta la fecha, solo han arrojado «lentos avances».