Se cumple hoy el primer mes desde la inauguración de ‘aTempora Talavera. 6.000 años de cerámica en Castilla-La Mancha’. ¿Cuál es el balance en este tiempo?

Creo que está muy bien teniendo en cuenta el tipo tan específico de exposición. La gente que viene a ver la muestra se lleva una idea muy aproximada del objetivo principal que es hacer una historia de la cerámica en Castilla-La Manchaexplicando por qué ha llegado hasta nuestros días y por qué sigue teniendo vigencia.

En este sentido, el grado de satisfacción del visitante es lo que mejor puede hablar de una exposición, porque el visitante que se va satisfecho de una expoisición, habla bien de ella y llama a otro visitante para que venga a verla, por lo que es muy favorable el balance. Creemos que a partir de ahora cuando los centros educativos vengan masivamente, se va a multiplicar ese número de visitantes y seguro que seguiremos manteniendo ese grado de satisfacción.

¿Qué cifra de personas han visitado ya ‘aTempora Talavera’ en sus cuatro sedes?

Unas 6.000 personas. En las cuatro sedes, Iglesia de Santa Catalina, Museo de Cerámica Ruiz de Luna, centro cultural Rafael Morales y claustro de La Colegial, que ya ha abierto sus puertas desde la semana pasada, el que haya 6.000 visitantes es un dato bastante interesante. Es un buen comienzo y seguramente será seguido de un muy buen final, allá por el mes de enero.

¿Qué está suponiendo esta magna exposición para Talavera y qué va a suponer una vez finalizada?

Yo creo y quiero creer que va a suponer un reforzamiento de la autoestima de la ciudad. Se tiene la idea derrotista de que no se puede hacer nada, de que no hay nada que realmente pueda servir de revulsivo y esto es un granito de arena, un pequeño empujón, para decir que sí, que se pueden hacer cosas interesantes contando con la ciudad, contando con todos los sectores sociales y culturales de la ciudad y que a partir de aquí se pueden seguir haciendo muchas otras cosas.

De hecho tenemos pensado hacer una continuación de esta exposición, en marzo empezará sobre la cerámica popular en la región, y a partir de aquí revitalizar Talavera ya es cuestión de los propios talaveranos. Este es un pequeño toque de atención de que las cosas se pueden hacer y de que si se quiere, se puede.

Para Talavera y para la cerámica, ambas atravesando un mal momento en los últimos años, esta exposición servirá de importante revulsivo.

Sí, a la vista de lo que hay aquí los visitantes se pueden llevar una idea cabal de la enorme importancia que ha tenido y que tiene la cerámica para la ciudad.

¿Se puede decir que ‘aTempora Talavera. 6.000 años de cerámica en Castilla-La Mancha’ supone un completo recorrido por la historia de España a través de la evolución de la cerámica?

Sí, absolutamente. Yo reflexiono a menudo como un material tan pobre, de andar por casa como es el barro, que a fin de cuentas es tierra con agua, ciertamente, pasado luego por el fuego y el aire que influye para que adquiera una determinada tonalidad, una determinada textura... es capaz de dar origen a tanta belleza, y en la que se puede plasmar la ideología, la política, las creencias, el mundo del más allá... en definitiva es un material que da para mucho.