No se quiere romper con la desigualdad

C.M
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Los responsables de la coordinadora de ONGD regional instaron a reforzar las políticas de carácter integrador para garantizar las mismas oportunidades y recursos.

«El trabajo decente, la educación, la sanidad, la alimentación, la vivienda, el respeto al medio ambiente, la paz y la prosperidad en el mundo para todos y para todas, la dignidad de todas las personas, y que nadie se quede atrás». Esas son las «preocupaciones» emitidas por la Coordinadora de ONGD de la región que, dentro de la campaña ‘Pobreza Cero’ y con motivo de la celebración del Día Internacional contra la Pobreza, leyeron un manifiesto bajo el lema ‘Rompe con la desigualdad. Si nos movemos cambiamos todo’.

Así, y para «sumar fuerzas»  en torno a la consecución de «un mundo sin pobreza y desigualdad, donde los recursos económicos y sociales estén disponibles para toda la humanidad», el presidente de la Coordinadora insistió en la necesidad de instar a la Administración a «destinar más recursos a las políticas de cooperación y a apoyar las distintas acciones para erradicar la pobreza, sobre todo en los países de origen».

En este mismo sentido, y ya que «las políticas de ajuste económico tuvieron su mayor expresión en los recortes en políticas públicas sociales, y que las reformas laborales han dejado en este país a un 21,6% de la población en riesgo de pobreza, con 8,6 millones de personas pobres, de los que 4,1 millones están pobreza severa y cerca de tres millones son niños», Hassen Rejbi y Pilar Villena no dejaron de poner voz a un manifiesto que refleja «la injusta y obscena situación de la pobreza y la desigualdad».

Y puesto que los datos deberían sonrojar a los responsables públicos, los presentes reclamaron a las diferentes administraciones la centralidad de las personas a través de soluciones basadas en derechos. Porque el 1% de las personas más ricas del planeta han incrementado sus ingresos en un 60% en los últimos 20 años, hasta alcanzar situaciones tan obscenas como que ocho hombres multimillonarios acaparen la misma riqueza que la mitad de la población del planeta, 3.600 millones de personas.

Acercando la mirada al entorno inmediato, sólo recordar que  en la región -según el informe de Unicef colaborado por la UCLM- el 42,8 por ciento de los 432.897 niños se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social, esta es la segunda comunidad con menor número de universitarios y la sexta con mayor proporción de analfabetos.