La Junta de Comunidades se suma a la bajada general del IRPF ya anunciada por el ministro Montoro con una rebaja añadida en el tramo autonómico de este impuesto.

El consejero de Hacienda, Arturo Romaní, confirmaba ayer que Castilla-La Mancha optará por «acompañar»la reforma fiscal auspiciada por Moncloa. Como dijo, «desde el Gobierno de Castilla-La Mancha pretendemos mantener los impuestos lo más bajos posible».

Patriotismo fiscal. Durante su participación en un desayuno informativo organizado por el portal ‘Encastillalamancha.es’, el titular de Hacienda hizo toda una declaración de principios: «Existen muchas manifestaciones de patriotismo, pero desde mi punto de vista el verdadero patriota es el que paga bien sus impuestos».

Y es que, a su juicio, en España falta «conciencia fiscal». «Hoy que hay manifestación por todo, no he visto nunca una manifestación contra el fraude»; «una de las reformas que quedan pendientes es la de la conciencia fiscal».

No hay que olvidar que el consejero Romaní fue inspector antes que consejero de Hacienda, por lo que tiene más que clara la idea de que según los ingresos que se tenga, así hay «para gastar».

Sin embargo, no se trata solo de ingresar. Como advirtió, «los ciudadanos pagan mejor los impuestos cuando estos no son recaudatorios y sienten que están gestionados con eficacia».

Asimismo, se mostró en contra de la llamada «competencia fiscal» entre comunidades, en impuestos como el de Sociedades o el de Patrimonio. «En el Consejo de Política Fiscal y Financiera defiendo la unidad de mercado y la homogeneidad» en materia tributaria, argumentó.

Un Consejo de Política Fiscal donde confesó ser muy «peleón». «La relación política con el Ministerio es muy buena, pero en algunas cuestiones discrepamos», lo que pasa es que Romaní prefiere «decir las cosas» dentro de la reunión y no «ante los medios».

En esta línea, ya avisó de que Castilla-La Mancha «no está dispuesta a renunciar a nada» en la negociación de la financiación autonómica que ahora se abre. «Vamos a defender los intereses de la región con uñas y dientes».

Manda Cospedal. Romaní, que saltó al mundo de la política hace ahora dos años y medio, aseguró tener «la sensación de haber vivido una auténtica regeneración política y económica en Castilla-La Mancha liderada por Cospedal» que, según confesó, es «quien manda».

«Éramos una región abocada a Gobiernos del PSOE que venían aplicando desde tiempos de Bono medidas erróneas», dijo. «Sabía el disparate que era el Gobierno de Barreda, pero ni en mis peores pesadillas me podía imaginar lo que había»; el equipo de Hacienda «me recordaba a los bomberos de Fukusima» por la «toxicidad»de las cuentas. «Estaba en juego la sostenibilidad, pagar hoy y poder pagar también mañana».

No obstante, se ha pasado ya la frontera y la región avanza por la senda de la recuperación, tal y como afirmó. «Por la vía del gasto el ajuste está hecho», pero «hay que seguir gestionando con la máxima eficacia».

«Hemos superado el debate entre austeridad y crecimiento y ahora podemos decir que teníamos razón». «Hemos demostrado que se puede gestionar las competencias transferidas a la comunidad sin enterrarla en deudas».

En este punto, afirmó que el informe del Ministerio conocido esta semana sobre propuestas de recorte en las autonomías ha sido malinterpretado. «Aquello no era un grupo de trabajo para imponer recortes a nadie, sino para poner en común experiencias sobre cómo racionalizar el gasto».