«Las cajas rurales no pueden ni deben renunciar a sus oficinas»

S. GALA
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El director general, Víctor Manuel Martín López, dijo no ser partidario de la opinión de que en los tiempos que se avecinan haya que hacer una reducción de oficinas

Innovar apostando por las personas. Ese es el objetivo que se ha marcado Caja Rural Castilla-La Mancha, que ayer celebró su Asamblea General Ordinaria para presentar los resultados de 2015 y los retos a los que se enfrenta durante este nuevo ciclo en el marco de un mundo complejo que «ofrece más oportunidades» que la Caja no quiere desaprovechar. El director general de la entidad, Víctor Manuel Martín López, manifestó que la estructura y el organigrama de la entidad no para de «amoldarse» con las miras puestas en el futuro porque «el pasado es pasado». Por ello, en 2011 inició un proceso de expansión que -celebró- está aportando «resultados realmente extraordinarios» y, salvo retoques puntuales, están satisfechos porque la dimensión adquirida es «más que suficiente» para dar el servicio que quieren.

Martín anunció que durante este ciclo consolidarán la estructura de sucursales y agencias -que ya es la primera en Castilla-La Mancha- e imprimirán una mayor velocidad a los nuevos puntos de venta.

Asimismo, afirmó no ser partidario de que los tiempos que se avecinan sean de reducción de puntos. «Las cajas rurales no podemos ni debemos renunciar a nuestro ADN», señaló, que son las oficinas como «fuentes vertebradoras» de las zonas rurales, donde ofrecen el trato más cercano y la atención personalizada que demandan los clientes. «Nada es excluyente», recalcó, y no porque ahora «toque lo digital» van a renunciar a las oficinas. No obstante, aseguró que han avanzado mucho en el desarrollo de nuevos canales de distribución ligados a la tecnología que, en todo caso, «vienen a complementar, y no a sustituir, a las oficinas bancarias tradicionales». «Innovar es apostar por las personas, no hacer ERE como en otras entidades», añadió el director general de Caja Rural Castilla-La Mancha. Es más, apuntó que en 2015 llegaron a alcanzar los 110.000 clientes de banca electrónica por internet, que son más del 25% de la base total de los clientes.

resultados. Entrando de lleno en las cifras, Martín destacó que Caja Rural Castilla-La Mancha cerró 2015 con un beneficio antes de impuestos de 30,6 millones de euros, lo que supone un incremento del 34% con respecto a 2014 cuando el beneficio obtenido fue de 22,8 millones. Este resultado, que después de impuestos se queda en 21,4 millones, demuestra, a juicio del director general, la «buena salud financiera» de la entidad.

Martín ofreció todos los datos a los socios en la Asamblea, entre los que destacan la captación de 41.342 clientes en 2015 (165 al día), las 13.808 operaciones concedidas (55 al día), un 3,16% de ratio de morosidad, y 1.011 profesionales que trabajan en la entidad.