Cuanta que el día que firmó la candidatura, llamó a Álvaro Gutiérrez, que opta a la reelección, y aclara que «no es su enemigo». Promete que no se le oirá un insulto y pide a los suyos que no «entren al trapo». Calvo abandera el movimiento de militantes «que se pusieron en pie» para que Pedro Sánchez recuperara la Secretaría General del PSOE en España.