aTémpora: Historia en barro y fuego

Leticia G. Colao
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'aTempora Talavera. 6.000 años de cerámica en Castilla-La Mancha' permite al visitante recorrer la historia de España a través del noble arte del barro con usos y piezas que han resistido el paso del tiempo

La exposición ‘aTempora Talavera. 6.000 años de cerámica en Castilla-La Mancha’ celebra hoy un mes desde su inauguración y lo hace sumando a sus ya impresionantes cifras, en número de piezas, obras restauradas o sedes, los más de 6.000 visitantes que en apenas 30 días han disfrutado de una de las más grandes exposiciones que se han desarrollado en España con el arte del barro como protagonista.

No es para menos. Repartidas en cuatro sedes, que se conjugan con la espectacularidad de sus piezas, las más de 1.200 obras, 200 de ellas restauradas expresamente para esta muestra, hablan y ofrecen datos de la historia y forma de vida desde el Neolítico a través de sus diseños, imágenes o textos.

‘aTempora Talavera’ ofrece hasta finales de enero un paseo ilustrado y perfectamente detallado por la Historia de España, y más concretamente de Castilla-La Mancha, porque proceden de su territorio y muchas de ellas son hallazgos de algunos de sus importantes yacimientos desde la Edad del Bronce, pasando por los Íberos, los Romanos, Visigodos o Musulmanes, hasta las piezas más exquisitas del siglo XV hasta nuestros días.

En esta evolución se reflejan los diferentes usos que se ha dado a un material tan aparentemente frágil como la cerámica, surgida del agua y el barro en obras que en muchas ocasiones se han conservado prácticamente intactas.

En la Edad de los Metales, la cerámica tenía un marcado carácter doméstico, aplicada a los usos del día a día, a la mesa y a otros destinos como el de biberón, quesera, rituales o incluso como urna funeraria. Con el paso del tiempo, su utilización se vincula al textil, con las pesas de telas o fusayolas que ayudaban a su elaboración; como vasijas fundacionales, lucernas, sistema de calefacción, suelos o pilas bautismales, entre otros, además de una función fundamental aplicada al arte.

La exposición ‘aTempora Talavera’ está perfectamente dividida en cuatro sedes atendiendo a sus etapas históricas. El comisario de la macroexposición, Alfonso Caballero, y expertos de cada una de estas épocas han seleccionado las piezas y han realizado un itinerario para disfrutar de una muestra que sigue este itinerario: En la recientemente restaurada iglesia de Santa Catalina -San Prudencio- se muestran desde las producciones neolíticas hasta los primeros años de Ruiz de Luna, pasando por los pueblos prerromanos, la cerámica medieval o la producción mudéjar, y donde las cerámicas de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo tienen, como es de justicia, un espacio propio.

El Museo Ruiz de Luna es la segunda parada, con el renacer de la cerámica talaverana en el siglo XX, con la segunda parte de la obra del genial artista que le da nombre, así como la de otros alfares como Niveiro, Montemayor o Guijo. También acoge en su planta superior, la cerámica actual surgida de la Escuela de Artes.

En el centro cultural Rafael Morales, se expone cerámica de Talavera y Puente desde finales de siglo XIX hasta nuestros días y creadores actuales. El Claustro de La Colegial, abierto recientemente, reúne reproducciones fotográficas de gran formato con obras de cerámica talaverana que por su ubicación o tamaño no han podido ser trasladadas.

En conjunto, la historia en una exposición, una exposición para la historia.