Los 325 alumnos de Infantil y Primaria del Colegio Público San Juan de Dios celebraron ayer por todo lo alto la vuelta a la normalidad en sus instalaciones. Y es que, desde el pasado 30 de octubre hasta 21 de noviembre, la dirección de este centro educativo ha tenido que realizar auténticos malabares para continuar con la formación de sus alumnos por los intermitentes cortes de luz ocasionados por la instalación de los nuevos contadores digitales que cortan el suministro cuando se supera el consumo contratado.

La directora del colegio, Esther López confirmó a este diario la vuelta a la normalidad en el centro. «Durante el día de hoy (por ayer) no ha habido ningún corte.  Nos han dicho desde el Ayuntamiento que ya está todo solucionado», señaló. Atrás quedan tres semanas en las que  el conserje del edificio ha ejercido de electricista a diario.

«Estábamos prácticamente a oscuras tanto en las aulas como en las escaleras del edificio. No podíamos utilizar los ordenadores ni los teléfonos porque se había superado el límite del consumo», relata, una situación muy incómoda teniendo en cuenta las edades de los alumnos. «Nos hemos apañado como hemos podido. El conserje cambiaba las fases del cuadro de electricidad de un lado a otro en función de nuestras necesidades. Si se encendían los hornos de la cocina, no podíamos utilizar los ordenadores, etcétera», lamentó. Sin embargo, finalmente el Consistorio talaverano subsanó este problema el pasado viernes y el de ayer fue el día de la normalidad.

Según explicó a este diario la directora del Colegio Público San Juan de Dios, esta problemática viene relacionada con la antigüedad del edificio. El centro pagaba de luz menos de lo que realmente consumía por su contador anterior y, cuando desde Iberdrola les instalaron un contador con limitador digital  con los mismos registros que el anterior, los cortes comenzaron a ser frecuentes.

Solventado el problema, Esther López considera que el inconveniente debería de haberse resuelto mucho antes, sin embargo, solamente se conforma con que esta situación no se vuelva a repetir a lo largo del curso.

Por su parte la concejala de Educación,María Victoria González, manifestó que desde el Ayuntamiento se ha trabajado lo más rápido posible para devolver la normalidad al centro aunque, asegura, que la antigüedad de las instalaciones ha dificultado las cosas. «A veces las cosas no se solucionan de un día para otro» y más aún cuando depende de otras partes implicadas como es la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha así como la eléctrica Iberdrola.

Pese a ello, María Victoria González quiere transmitir un mensaje de tranquilidad porque desde su concejalía se está haciendo todo lo posible para que los centros educativos de la ciudad que se vean sometidos a estos cambios y puedan tener algún tipo de problemáticas, se subsanen lo antes posible con el objetivo de perjudicar lo menos posible a los alumnos y a los docentes de cada uno de los centros.

Tres semanas después, esta situación ha quedado en anécdota para unos niños que desde el 30 de octubre hasta el 21 de noviembre han tenido que realizar sus clases a oscuras y, en buena parte de los casos, sin calefacción ni ordenadores puesto que el nuevo contador eléctrico no les permitía su uso. Un problema que ya se ha subsanado y que la concejalía de Educación espera que no se vuelva a repetir puesto que los más perjudicados por este problema son los más pequeños que pierden su ritmo de clase.