Los Reyes Magos de Oriente llegaron la madrugada del 6 de enero a miles de hogares toledanos. Pero no se olvidaron de dejar regalos en el Parque de Bomberos de la ciudad, que los efectivos del servicio municipal entregaron ayer a los pequeños de la Asociación de Familias de Niños con Cáncer (Afanion), como ocurre cada año por estas fechas.

Una tradición solidaria de la que se siente orgulloso el sargento del Parque, Francisco Martín, quien agradeció la participación de sus compañeros que «vienen a pasar un buen rato con estos niños y a celebrar una jornada divertida» en la que también se da a conocer la enfermedad y la «fantástica labor que realizan desde Afanion».

Una fiesta de Reyes Magos que se convierte en una jornada de juegos, pero que también sirve para alargar unos días más la Navidad. Además de juguetes, los pequeños y sus familias degustan migas preparadas por los bomberos, toman chocolate con churros y pasan un rato de ocio diferente.

- Foto: Yolanda Lancha En total, 40 chavales afectados por cáncer, además de sus hermanos, primos y amigos, participaron de las actividades. Una de las que despertó mayor interés fue la tirolina. El encargado de impartir ‘el curso exprés’ adaptado para los más pequeños fue el coordinador del Grupo de Rescate de Altura, Jesús Álvarez. Los niños y niñas se pusieron el caso y el arnés y se deslizaron por las instalaciones del Parque.

Pero no fueron los únicos que disfrutaron, ya que los bomberos no dejaron de sonreír durante toda la mañana, alejados de la tensión diaria propia de cualquier servicio de emergencias.

Otro de los momentos más esperados por los pequeños fue cuando montaron en los camiones de bomberos y dieron una vuelta por las instalaciones del Parque.

- Foto: Yolanda Lancha Martín destacó que el «vínculo» y el «cariño» que tienen los niños y niñas de Afanion con los efectivos del Parque municipal es recíproco. «Muchos chavales quieren ser bomberos, nos muestran su admiración y nosotros les correspondemos como se merecen», explicó.