Indulto de un Victorino en diferido

Dominguín
-

El sexto toro de la corrida de Madridejos fue indultado por la presidencia y sacrificado reglamentariamente a continuación. Morenito de Aranda, matador de toros afincado en Oropesa tuvo una gran tarde, cortando los máximos trofeos simbólicos del que

No será la primera vez, ni la última, que ocurra en otro coso de la provincia lo que se vio en la corrida de toros de las fiestas de Madridejos. Cada vez saltan a los ruedos toros de mejor condición, calidad y bravura, y el público está en su derecho de que, al igual que un torero pueda triunfar, un animal que se ha entregado en la plaza, sea indultado y viva para siempre con su harem de vacas en la ganadería.

Pero la región particularmente, está obligada en materia de espectáculos taurinos, a cumplir con la reglamentación nacional, aquella que se aprobó en 1996, y que está pidiendo modificaciones a gritos. Algunas autonomías han creado Reglamentos propios, y con ello se ha producido un desarrollo más acorde a los tiempos que vivimos. Pero el depender de una normativa con 22 años, hace que se puedan producir injusticias como la vivida ayer en Madridejos. No se puede indultar una res brava en una plaza que no sea de a primera o segunda categoría, lo que reduce a cinco cosos, los que  tienen ese privilegio en Castilla La Mancha, las cinco capitales.

A partir de ahí, es un debate estéril donde ha habido indultos y los animales se los ha llevado el ganadero al campo, arriesgándose él y hasta el presidente del festejo, a ser expedientados por esta actitud. Otros indultos han acabado como el de Madridejos, siendo un ‘Indulto en diferido’, es decir se saca el pañuelo naranja, se entra la res a los corrales y se sacrifica a continuación. Esto le su cedió a ‘Murga’, toro de Victorino Martín, herrado con el numero 101 a fuego en su costillar.

Morenito de Aranda fue el artífice del arte efímero que dejo en las retinas de los asistentes. Un toreo clásico, puro, y de empaque que hizo de toro y torero un binomio perfecto. La faena fue de menos a más, sobre todo con el toreo con la zurda, gustándose hasta en los remates. La temperatura en Madridejos fue a más como la tarde taurina, y en los tendidos en plena faena ya asomaban pañuelos para que se perdonase la vida del animal.  Todo llegó a ser una algarabía general hasta que por la balconada del palco asomó la tela naranja que anunciaba el indulto solicitado. El torero efusivo, la gente apasionada y el ganadero sumando otro toro lidiado en un coso que podía padrear en ‘Las Tiesas’. Pero ahí empezaba la odisea, la reglamentación impide la maniobra que se quería perpetrar, los cabestros eran incapaces de meter la res en los corrales y ya con la noche casi encima se optó por evacuar de público la plaza. Al final “Murga se sacrificó y todo quedó en un indulto en diferido.

En lo taurino, Víctor Puerto que sustituía  a Miguel Abellán,  fue pitado tras pasaportar a sus dos oponentes. Javier Castaño estuvo en torero en toda la tarde, sobre todo intentando lucir a los animales en la suerte de varas. En su primero obtuvo silencio, pero tras una buena faena al quinto, le pudo cortar las dos orejas de otro gran Victorino.

La amplia plaza de toros de Madridejos, se llenó en algo más de la mitad de su aforo en la presentación de los toros de la A coronada. Todos los toros recibieron dos varas a excepción del primero y el sexto fue tres veces al caballo y una de ellas desde el otro lado del ruedo.