Un 0-0 y no se trata de un partido de fútbol. El Ayuntamiento de Toledo se ha apuntado a ese número redondo y el equipo de Gobierno ha decidido no subir los impuestos ni las tasas municipales en 2019 y mantenerlos en los niveles de este año, en el que se ha aplicado una subida de un 1% en estas últimas, un 0,6% menos de lo que marcaba el IPC. Una medida que anunció ayer el vicealcalde y portavoz del Ayuntamiento, José Pablo Sabrido, tras la celebración de la Junta de Gobierno. Una opción, según apuntó, que no guarda relación con posibles réditos políticos en un año electoral, más bien con que «la situación financiera del Ayuntamiento es buena».

Y para alejar críticas por esta decisión, Sabrido insistió en que el equipo de Tolón ha aplicado subidas cuando ha sido necesario, como ha ocurrido recientemente con el agua para ajustarse al reequilibrio de 2014, con un incremento bimensual en el 80%de los casos de 38 céntimos en el recibo, es decir, «2,40 euros anuales» en 2019. Por tanto, considera que en estos momentos no es necesario aplicar subidas, a pesar de que hasta la fecha se tomaba como referencia para los precios de las ordenanzas fiscales el IPC de agosto, que este año ha alcanzado el 2,2%.

Además, está previsto aplicar algunas modificaciones, como la rebaja en la tasa de apertura de establecimientos, «tal y como se comprometió la alcaldesa con los  empresarios», con una bajada del 20% para actividades insalubres, molestas o peligrosas, y del 40%para las inocuas «con el objetivo de facilitar la actividad económica de la ciudad».

Por otra parte, Sabrido anunció ayer también una serie de modificaciones en las ordenanzas fiscales números 11, 18 y 19, relativas al agua, alcantarillado y saneamiento, para ajustarse a la Ley de Contratos del Estado. En este caso, el portavoz municipal reiteró la subida del recibo del agua, aunque subrayó que las perspectivas son buenas y se está realizando un estudio con Tagus sobre el futuro servicio.