Sonatas para un punto y seguido

J. Guayerbas
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El pianista Rodrigo Martín Maceda interpreta en el Conservatorio Profesional de Música dos obras de Schubert y Rachmantnoff. Las mismas con las que el próximo mes de junio se examinará en Salamanca para obtener el título Superior de Música.

Ayer regresaba a los mismos pasillos y a las mismas aulas. Rodrigo Martín Maceda se subía al escenario del Conservatorio Profesional de Música ‘Jacinto Guerrero’ para experimentar años después aquellas sensaciones de niño cuando hundía sus dedos en el teclado del piano de cola al que se aficionó gracias a los dibujos animados.

«Me encantaba Tom y Jerry y la música de sus capítulos», asegura recién llegado de Salamanca, donde ha pasado los últimos seis años estudiando el Superior de piano. «Lo que todos queremos cuando acabamos la formación es vivir de dar clases y conciertos», indica cuando se le pregunta por el futuro.

Rodrigo no descarta, eso sí, después de unos meses, viajar al extranjero para completar su formación con profesores de ámbito internacional. «Primero estaré unos meses por Toledo, en casa, y después del verano ya veremos», dice mientras saca de una mochila dos partituras con obras de Schubert y Rachmantnoff.

Estas dos sonatas son en las que ha trabajado los últimos meses y con las que se examinará en junio en el Conservatorio Profesional de Música de Salamanca. El virtuosismo de la escritura de Rachmantnoff se une al del pianista que recuerda, entre sus profesores, a Ángel Molina.

«Ambas exigen mucha concentración, son una maravilla y muy conocidas e importantes», comenta consciente de la dificultad que entrañan estas partituras, tanto por su complejidad de ejecución, como el cambio de registro al que se enfrenta el pianista, ya que son «muy diferentes».

La música en España. Vivir de la música en España. Una tarea complicada que tal y como indica Rodrigo comienza a despertar. «Estamos en un proceso para llegar a contemplar la música como algo profesional, aunque aún en el colegio o en el instituto muy pocos profesores tienen esa empatía para entender que en realidad cuando estudias música estás en dos institutos», dice.

Las sonatas que ayer interpretó en el ‘Jacinto Guerrero’ son el punto y seguido a una trayectoria profesional que no ha hecho más que empezar. Rodrigo, virtuoso del piano, tiene actitud y ganas de triunfar.