Fue un vecino el que dio la voz de alarma al ver que habían robado el crucifijo de la sepultura de uno de sus familiares. Tras conocer la noticia, el concejal de Seguridad Ciudadana, Rafael Perezagua, dio la orden a la Policía Local de que aumentase la vigilancia en el entorno del camposanto para evitar nuevos sucesos. Así lo explicó el edil a La Tribuna, además de pedir a los ciudadanos que denuncien este tipo de sucesos para poder arrestar a los responsables.

El concejal dijo no tener constancia de que se tratase de una nueva oleada de robos, pero tampoco lo descartó, apreciando que el problema es que los vecinos no interponen denuncias, por lo que resulta más complicado esclarecer los hechos.

En cualquier caso, no sería la primera vez que se producen estas situaciones en el cementerio de la capital regional. Se trata de pequeños hurtos que indignan a los ciudadanos por el valor sentimental de las piezas más que por el material.

En torno al día de la festividad de todos los santos del 1 de noviembre suele ser una de las fechas en las que se registran más denuncias de estos tipo.

Concretamente, hace un par de años la Policía Nacional de Toledo recibió una decena en apenas dos semanas por sustracciones de crucifijos, asas de tumbas e incluso marcos de fotos. Algo similar ocurrió el pasado noviembre.

Desde la Policía explican que es en esas fechas cuando los familiares se percatan de los robos, al acurdir a los cementerios a visitar a sus seres queridos.