Los alumnos de 3º de Primaria de toda Castilla-La Mancha realizarán mañana  la prueba de evaluación individualizada del alumnado, contemplada en la Lomce. Una prueba a través de la que se comprobará el grado de dominio de las destrezas, capacidades y habilidades de los alumnos en materia de comprensión oral y escrita, así como en cálculo y resolución de problemas, en relación con el grado de adquisición de la competencia en comunicación lingüística y de la competencia matemática.

Una ‘reválida’ que ha suscitado rechazo en algunas de las comunidades autónomas en las que ya se ha realizado, ‘insumisiones’ colectivas en otras, como por ejemplo en Galicia o en Cataluña, e importantes críticas y protestas desde diversos colectivos, al considerarla realmente innecesaria.

Una prueba que en Castilla-La Mancha ya se anunció que se iba a realizar, siguiendo la aplicación de la Lomce, y que se ha venido defendiendo como una evaluación de carácter únicamente diagnóstico, que no afectará a los resultados académicos del alumnado, y que proporcionará información a los centros educativos, permitiéndoles revisar los procesos de enseñanza y de aprendizaje, y de la mejora educativa, a partir de los resultados.

Según se explicaba desde la Consejería de Educación, Cultura y Deportes en la carta dirigida el pasado 7 de mayo a los directores de los centros, la finalidad de esta evaluación es ofrecer información de los alumnos y alumnas sobre su progreso en el grado de adquisición de las competencias en comunicación lingüística y matemática, permitiendo detectar de manera precoz dificultades en el aprendizaje.

Este lunes, la Viceconsejería de Educación, Universidades e Investigación, dictaba una resolución por la que se establecían las instrucciones técnicas para la aplicación de estas pruebas, entre ellas la fecha de la prueba.

En este sentido, la resolución fija la realización de la misma en un único día, el viernes 29 de mayo, distribuida en cuatro sesiones de 50 minutos de duración cada una, contemplando además un descanso de media hora entre la segunda y la tercera sesión.

De este modo, la competencia matemática se evaluará en dos sesiones, y la competencia lingüística en otras dos, dedicándose una de 50 minutos para la expresión escrita, y otra de igual duración para la comprensión oral y escrita.

Según establecen estas instrucciones, la corrección de las pruebas podrá comenzar el mismo día de la realización de las mismas, una vez finalizadas éstas. Sin embargo, el plazo para efectuar la grabación de los resultados, será del 8 al 26 de junio, lo cual hará que la información a las familias sobre los resultados obtenidos por el alumno, sea prácticamente imposible trasladarla durante este curso.

Esta evaluación implicará la elaboración de un informe individualizado a cada uno de los alumnos y alumnas, sobre su progreso en el grado de adquisición de las distintas competencias.

 

Las pruebas. Según recoge la resolución publicada este mismo lunes por la Viceconsejería, para llevar a cabo esta evaluación se ha decidido emplear pruebas en las que se combinen diferentes formatos de ítems, para conformar instrumentos basados en situaciones-problema, que configurarán las unidades de evaluación.

De este modo, y a partir de un caso concreto, que servirá de base para todas las preguntas formuladas, los alumnos tendrán que ir desarrollando sus destrezas.

Así, recoge la resolución, a partir de ese estímulo o situación, se podrán plantear tanto preguntas de respuesta cerrada, bajo el formato de elección múltiple, y en las que solo una opción es la correcta; como preguntas de respuesta semiconstruida, que incluyen varias preguntas de respuesta cerrad dicotómicas o solicitan al alumnado que complete con palabras, frases o cifras.

También podrán plantearse preguntas de respuesta construida, que exigen el desarrollo de procedimientos y la obtención de resultados; o preguntas de respuesta abierta que admitirán respuestas diversas.