Que haya 'gota fría' en Toledo ya no es algo extraordinario

LGE
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Empieza a ser habitual que uno o dos días al año caigan más de 30 litros por metro cuadrado, cuando en todos los ochenta solo hubo dos episodios así

No hay una tendencia clara de la evolución de las precipitaciones en Toledo. El informe de los efectos del Cambio Climático no detecta ni que vayan a más ni que vayan a menos en el período analizado de 1981 a 2016. El estudio año a año de la lluvia caída muestra que hay una «marcada irregularidad en las precipitaciones totales anuales».  Se intercalan años muy secos con años húmedos, aunque en este punto sí se ha notado que en los últimos 35 años ha habido más de los primeros, de los secos.

La precipitación media anual del período entre 1981 y 2016 está en los 340 litros por metro cuadrado. Es un dato parecido al de Albacete, pero más bajo que los que se registran en Ciudad Real, Guadalajara y sobre todo Cuenca, que roza los 500.

A falta de una tendencia clara en la evolución de las precipitaciones, lo que sí se ha notado es que no son tan raros los días en los que caen grandes volúmenes de agua, algo parecido a la ‘gota fría’ que siempre se ha vinculado con el Levante. El estudio califica como «llamativo» que haya aumentado la frecuencia de los días en los que caen más de 30 litros por metro cuadrado.

Entre 2006 y 2014 hubo un día así cada año como mínimo, porque en 2010 y 2014 fueron dos. Sin embargo en toda la década de los ochenta solo hubo dos episodios en los que se acumuló tanta precipitación en 24 horas. Fue en  1984 y 1988. Estas lluvias torrenciales tienen sus consecuencias. El informe alerta de que «puede provocar daños en infraestructuras, pérdida de suelo y anegar zonas en pocas horas».

Entrando en el análisis de las precipitaciones según las estaciones del año, el informe sí apunta a que últimamente los veranos tienden a ser más secos, pero esa lluvia se recuperaría en otoño. Aquí de nuevo entran en juego los efectos del Cambio Climático, pues las precipitaciones copiosas después de períodos secos provocan más erosión.

el futuro del tajo. El informe dedica un apartado específico al futuro del Tajo, que analiza Roberto Granda Maestre, geógrafo por la Universidad Autónoma de Madrid e investigador de climas y microclimas en Guadalajara. Aporta datos de la evolución del caudal del Alto Tajo a su paso por la localidad de Trillo. En el año hidrológico 1939-40 superaba los 30 metros cúbicos por segundo, mientras que en el 2013-14 está por los 12,5. Granda apunta a una evolución a la baja de las aportaciones hídricas en el Alto Tajo, pero además le suma una presión humana creciente sobre sus recursos.