El 70% de la producción, vendida a precios "ruinosos"

A. Criado
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La Lonja Hortofrutícola celebrada ayer en Manzanares pone prácticamente el punto final a una campaña del melón "desastrosa y complicada" en la que el 70% de la producción se ha vendido a unos precios "ruinosos"

La producción del melón en Castilla-La Mancha se situará entre las 280.000 y las 310.000 toneladas, mientras que la de sandía rondará las 240.000, cantidades similares a la de la pasada temporada. La Lonja Hortofrutícola celebrada ayer en Manzanares puso prácticamente el punto final a una campaña que ha sido «desastrosa y complicada» para el melón y «mejor y más estable» para la sandía en relación con 2017. Así lo puso de manifiesto este miércoles el presidente de la Interprofesional de Melón y Sandía de Castilla-La Mancha, Cristóbal Jiménez, que hizo hincapié en que aproximadamente el 70% de la cosecha de melón salió al mercado cuando la lonja marcaba unas cotizaciones «ruinosas», un 50% más bajas que los costes de producción, por debajo de los 20 céntimos el kilo. La campaña se inició con un precio de 55-62 céntimos para el melón de categoría extra y se ha cerrado a 37-42 céntimos, cuando apenas quedaba ya fruta que cortar en el campo. La falta de género puede afectar a las grandes cadenas, cuya previsión era contar con melón de Castilla-La Mancha hasta el 20 de octubre, para enlazar así con la campaña de Brasil. De hecho, para abastecer al mercado, al final de la campaña se está comercializando hasta el melón de segunda categoría que, en otras circunstancias, ni se habría recogido. Su precio en la última lonja se situó entre los 16 y 20 céntimos el kilo, mientras que el de primera categoría cotizó entre 23 y 27 céntimos. Cristóbal Jiménez hizo hincapié en que una cosecha de 300.000 toneladas de melón es «asumible», si sale al mercado de forma escalonada, un extremo que no se ha producido en esta ocasión, ya que lo plantado para recoger y vender en 45 o 50 días se concentró en apenas 20 o 25 días. Una situación provocada, fundamentalmente, por una meteorología favorable, que ha influido también en una «excelente calidad» del producto. El presidente de la Interprofesional lamentó la atomización del sector, con más de 2.000 agricultores dispuestos a vender todo y «nerviosos» por dar salida a un producto perecedero a precios «desastrosos», de los que, además, «no se han beneficiado los consumidores». Y es que vender el melón por debajo de los 22-25 céntimos el kilo es «perder dinero» para unos productores a los que les cuesta de media entre 7.500 y 8.000 euros sacar adelante un hectárea de terreno. Por su parte, la sandía empezó la temporada con una cotización de 24-27 céntimos el kilo y la ha terminado entre los 28 y 30 céntimos, en el caso de la sandía negra sin pepitas, Un comportamiento «más estable» en los mercados nacional e internacional, ya que, al contrario que el melón, un gran porcentaje se destina a la exportación.