Piqueros y arcabuceros, con sus calzas y jubones, sus peculiares cascos metálicos y enarbolando la vieja bandera de la Cruz de San Andrés, considerada como la primera enseña española, desfilaron ayer por el Casco Histórico de Toledo para hacerla regresar al siglo XVII. Vecinos y turistas pudieron llevarse así una primera idea de la iniciativa ‘Revive Toledo’, un proyecto de la asociación Imperial Service con el que se pretende recrear durante los fines de semana lo que era la vida en la ciudad hace 400 años, tanto en el aspecto militar del antiguo Imperio de los Austrias como en la vida cotidiana de aquellos tiempos.

Evidentemente, el fuerte de la este ensayo general de la recreación -que se espera perfilar para la próxima Feria de Turismo Interior Intur de finales de enero- era la reaparición en la ciudad de los Tercios, que están detrás de viejas leyendas toledanas. Los ‘señores soldados’ que formaron el ejército más potente de su época desfilaron por las calles en el Día de su patrona, la Inmaculada Concepción, en la que recuerdan su intercesión para escapar de un asedio en Flandes, el ‘Vietnam’ en el que tuvieron que curtirse aquellos defensores del Imperio en el que no se ponía el sol. Y atrajeron a numerosos visitantes que quisieron tomarse una foto con ellos para llevarse un recuerdo especial de Toledo en un día de fuente.

Este valor añadido es el que se busca con ‘Revive Toledo’. Para ello, se celebraron rondas consistentes en teatralizaciones en sitios como el Museo de Santa Cruz, la Puerta de Bisagra o el entorno de la Catedral.

Este proyecto, de consolidarse para el año próximo, también cubrirá otros monumentos con escenas cotidianas del XVII como el cobro de impuestos, la recluta de soldados, los duelos o la ejecución de condenados. Y junto al oficio militar, aparecerán también otros civiles como el de escribano, aguador o pintor, en un guiño al Greco en el Cuarto Centenario de su muerte.