El idilio entre Podemos y el PSOE que permitió a Pedro Sánchez triunfar en la moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy de la Moncloa comienza a tener fisuras. Tras unas semanas en las que todo han sido buenas palabras entre los líderes de ambos partidos, la negativa del Gobierno a publicar la lista de amnistiados fiscales y las diferencias para nombrar un administrador único de RTVE, además del fracaso de la votación para renovar la cúpula de poder de esta institución, han provocado que se tensen las relaciones entre el partido morado y los socialistas. 

El pasado martes, durante la comparecencia para explicar su hoja de ruta al frente del Ejecutivo, el presidente confirmó lo que ya había adelantado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero: que los nombres de aquellos que se acogieron a la amnistía fiscal aprobada por el Gabinete popular no iban a salir a la luz pública. Según argumentó el líder del PSOE, el Tribunal Constitucional que anuló el sistema de regularizaciones tributarias impidió también la publicación de los nombres de los beneficiados. La explicación no ha convencido a Podemos que ayer registró en el Congreso una proposición no de ley para pedir al Ejecutivo que publique el listado. «El Gobierno de Sánchez sale de una moción por la sentencia de la Gürtel y habiendo prometido que publicarían ese documento que el propio PSOE llamó listado de la vergüenza. Por ello, ahora no puede haber ni la menor sombra de duda de regeneración democrática», remarcó la portavoz adjunta de la formación morada, Ione Belarra.