Real Fundación tilda de «tragedia» el cierre de Capuchinas

Á. de la Paz
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La presidenta, Paloma Acuña, alude a la pérdida irreparable de patrimonio en el Casco y pide evitar la dispersión de los bienes que posee el convento

Real Fundación tilda de «tragedia» el cierre de Capuchinas - Foto: David Pérez

Paloma Acuña, presidenta de la Real Fundación de Toledo, considera la clausura del convento de las Capuchinas como «una tragedia que no por conocida y esperada duele menos». La institución muestra su temor por el futuro de los centros dedicados a la vida contemplativa religiosa y advierte del negro horizonte que se intuye para un buen número de ellos en la ciudad. «Hay conventos que están al borde del cierre porque tienen comunidades muy envejecidas en las que no hay renovación», apunta Acuña. El anuncio de la clausura definitiva de Capuchinas se suma al adiós de Santa Clara y Santa Úrsula, ambos conocidos en 2016.

El convento ya sin actividad ya fue objeto de polémica hace algunos años. En 2006, una veintena de monjas carmelitas procedentes de Castilla y León se instalaron en el edificio de la calle Tendillas. Este grupo ha decidido ahora mudarse al centro espiritual que su congregación tiene en el entorno de la Puerta del Cambrón.

La Real Fundación exige a las autoridades civiles y religiosas que velen por el mantenimiento del patrimonio que el convento posee. «Llevamos tiempo en contacto con ellos, buscando las soluciones que puedan ofrecer la Iglesia y el Ministerio de Cultura», explica su presidenta. Acuña cita los «bienes muebles» del interior como una parte imprescindible en la labor de salvaguarda que estima debe acometerse. Los objetos que forman parte del legado que las religiosas de toda época han ido atesorando, amén de las pinturas, retablos, tallas y otras piezas artísticas significativas que se hallan dentro del imponente edificio, tendrán que ser inventariados y custodiados para «evitar su dispersión», una pérdida irreparable -e ilegal- para la ciudad.

Acuña mostró la «enorme preocupación» de la Real Fundación ante la sucesión de clausuras de conventos en Toledo y conminó a las autoridades respectivas, civiles y eclesiásticas, a preservar el tesoro que encierran. «Están cerrando incluso a un ritmo que sobrepasa lo que pensábamos», asegura la presidenta, quien reconoce las dificultades que el propio escenario abre. «Aunque no hay soluciones inmediatas ni fáciles».

Sobre el futuro para la estructura del convento, la Real Fundación apuntó a los «usos sociales» como posibilidad venidera. «Hay muchas necesidades que pueden ser cubiertas», desgranó la regidora de la institución. La situación legal de Capuchinas «es compleja», reconoce Acuña. Las órdenes religiosas son propietarias de estos inmuebles pero la Ley de Patrimonio impide la salida de las piezas del lugar para el que fueron concebidas.