Pensiones, desempleo e intereses se comen más de la mitad de la asignación para 2015

Benjamín López
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El mínimo previsto. La partida destinada a pagar el sueldo de los jubilados se incrementa un 0,25%.

Cristóbal Montoro - Foto: EUROPA PRESS

«Esto parece la cola del pan en Rusia». Así bromeaba ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, con los periodistas que hacían fila para recibir un maletín cargado de documentación relativa a los Presupuestos Generales del Estado de 2015, instantes antes de arrancar una de las ruedas de prensa mas importantes del año para él; una larga comparecencia en la que intentó trasladar la interpretación política del Gobierno: Estas son las cuentas  para la «cohesión social», pensadas para lograr «la consolidación de la recuperación económica,  la creación de empleo y el esfuerzo por devolver a la sociedad lo que ha aportado para hacer posible esta recuperación», manifestó.

Según desgranó Montoro el día en el que los Presupuestos iniciaban su tramitación parlamentaria, la mayor partida está en el capítulo social  que se lleva el 53,9% de los algo más de 440.000 millones de euros que va a gastar el Ejecutivo el próximo ejercicio. En total son 187.407 millones -el 0,7% más que en 2014- que comprenden episodios como el gasto en desempleo (30.000 millones en políticas activas y pasivas), «otras prestaciones económicas» (10.000 millones), gestión de la Seguridad Social (5.300 millones) y Cultura, Educación y Sanidad (7.000 millones).

Pero, sobre todo, el llamado gasto social se lo llevan las pensiones que supondrán el próximo ejercicio un desembolso de 131.658 millones de euros. Es decir de cada 100 euros que gasta el Estado, casi 38 se destinarán a pagar a este colectivo. Y eso que en 2015 la revalorización de las pensiones, según reconoció Montoro, será la mímina que prevé la Ley, el 0,25%. Aún así la estructura de nuestra pirámide poblacional -cada vez hay más jubilados- hace que el desembolso en este sector siga creciendo. El próximo año costará 4.000 millones más que en 2014, el 3,3% y 33.500 por encima de lo que recogía el Presupuesto de 2008 en el inicio de la crisis.

 

mercados. Otro de los capítulos de gasto más fuertes es el del pago de los intereses de la deuda pública que, a pesar de que reducirán el 5,2% respecto al año pasado, supondrán un desembolso de 35.490 millones de euros, el 10,2% del gasto total del Estado en 2015. No obstante, esa cifra es más del doble de los 15.265 milllones que se pagaron en intereses en 2008.

Claro está que entonces la deuda pública era del 34,3% del PIB mientras que para el próximo año se superará por primera vez el 100 por 100, o lo que es lo mismo, alcanzará 1,05 billones de euros aproximadamente. Con este panorama, el Tesoro necesitará captar en los mercados 242.765 millones de euros el próximo ejercicio.

La partida del gasto que bajará en 2015 de forma más notable es la de prestaciones por desempleo, que cae el 14,9% respecto a 2014, hasta los 25.300 millones de euros. Aún así, el Gobierno tendrá que gastar en este concepto el 60% más que en 2008 cuando se emplearon 15.777 millones en desempleo. Según el ministro de Hacienda, la disminución en esta partida respecto a 2014 se debe a que habrá menos parados, y a que muchos beneficiarios agotarán su prestación por desempleo y pasarán a recibir subsidios de menor cuantía,  como la renta activa de inserción, los famosos 426 euros.

Ganar la batalla. Según Cristóbal Montoro, las cuentas del Estado no son «electoralistas», pero van a permitir a España «ganar la recuperación económica». En este sentido, explicó que los Presupuestos vuelven a las políticas fiscales y presupuestarias que aplicó el Gobierno de José María Aznar a finales de los años 90 y que se basaban en la «devolución» tributaria y la «contención» del gasto público.

Según explicó el popular, «el escenario económico ha cambiado y va a permitir al Ejecutivo hacer lo que hizo en el pasado, con reformas tributarias que devolvían impuestos» sin afectar a los ingresos. «Es nuestra política, la que ya hicimos en los años que facilitaron el crecimiento y la mayor creación de empleo de nuestra Historia», insistió.  

En este sentido, hizo hincapié en la reforma fiscal que se va a implementar a partir del 1 de enero de 2015 y que, según dijo, va a permitir aumentar el poder adqusitivo de los ciudadanos y las empresas en 9.000 milllones de euros en dos años. A pesar de esa rebaja de impuestos, según los cálculos del Gobierno, los ingresos tributarios crecerán el 3,5% en 2015 respecto a los presupuestados para este año, hasta llegar a los 186.111 millones de euros. Caerá la recaudación por IRPF el 0,3% y en impuestos especiales el 2,7%, pero aumentará el 9,9% la recaudación del IVA y el 5,6% la del Impuesto de Sociedades.

Eso es compatible, afirmó Montoro, con mantener la austeridad; un concepto que el propio ministro definió como «gastar desde las Administraciones Públicas menos de lo que lo crece la actividad económica», lo que no es lo mismo, señaló, que reducir el total del gasto.

Por eso se mostró convencido de la necesidad de seguir cumpliendo el objetivo de déficit ya que, apuntó, «cuanto más velozmente se reduzca el déficit, más pronto saldrá España de la crisis». Así argumentó que «no nos está sacando de la crisis ni mas inversión pública, ni más déficit, ni más deuda» sino la austeridad y la reducción del déficit.

A este respecto, ayer se conoció que el agujero del Estado alcanzó los 34.743 millones de euros hasta agosto de este año, en términos de Contabilidad Nacional, lo que supone el 3,26% del PIB, cerca del 3,5% del objetivo para todo 2014, pero un 12,4% inferior al acumulado hasta agosto de 2013. El Ejecutivo destacó que este descenso se debió al aumento interanual de los ingresos no financieros en un 4,5%, hasta los 109.066 millones de euros, impulsados por el dinamismo de los impuestos y las cotizaciones, y al descenso de los gastos no financieros en un 0,2%, hasta los 143.809 millones de euros.

Además, el Gobierno también destacó que los pagos fraccionados de profesionales y empresarios individuales crecieron un 6,6% y el gravamen sobre premios de determinadas loterías aumentó en 229 millones.