A. de Mingo | TOLEDO
La historiadora del arte Leticia Ruiz, responsable del Departamento de Pintura Española del Museo del Prado hasta el año 1700, avanzó en la Biblioteca de Castilla-La Mancha algunos detalles de la exposición El Greco: arte y oficio, que será instalada en el Museo de Santa Cruz de Toledo del 8 de septiembre al 9 de diciembre. La muestra -cuyo título procede de un conocido escrito de Luis de Castilla a propósito del encargo de Santo Domingo el Antiguo en donde el toledano describió a «Dominico Greco» como «eminente en su arte y oficio»- estará estructurada en cuatro bloques principales que se corresponderán con los cuatro brazos del crucero del antiguo Hospital de Santa Cruz. Estará compuesta por casi un centenar de obras, cifra ya cerrada en casi su totalidad, según la comisaria.
‘De la mano de Dominico Greco’ será el primero de estos apartados. Estará dedicado a los principales encargos del maestro y contendrá abundante material gráfico. Leticia Ruiz -que en diversas publicaciones y conferencias (entre ellas la que ofreció en junio del año pasado en el Museo del Greco) ha abordado la influencia de las estampas de grabadores como Cornelis Cort en la obra del pintor- avanzó que la exposición del próximo otoño incluirá cuatro dibujos considerados de la mano del Greco. Entre ellos, el San Juan Evangelista que sería concretado en la figura de ese apóstol para Santo Domingo el Antiguo y que se conserva en la Biblioteca Nacional. Este dibujo ofrece la particularidad de estar reticulado, listo para ser trasladado al lienzo.
«Mi intención es ofrecer una exposición muy visual», continuó Leticia Ruiz, que en estos momentos se encuentra trabajando en el catálogo de la muestra y que paralelamente prepara una exposición sobre el pintor Luis de Morales que tendrá lugar en 2015. En este sentido, El Greco: arte y oficio incluirá numerosas comparativas entre diversas obras del pintor y los denominados ricordi, versiones de menor formato que contienen interesantes reflexiones sobre la evolución del artista y la colaboración de distintas manos. La muestra, por ejemplo, reunirá las versiones de La adoración de los reyes del Museo Soumaya (México) y el Museo Lázaro Galdiano (Madrid), así como las Anunciaciones (o Encarnaciones) del Museo Thyssen (Madrid) y Bilbao. Las crucifixiones ocuparán asimismo un destacado lugar, incluida la pequeña versión propiedad de Liberbank y procedente de la antigua Obra Social y Cultural de Caja Castilla-La Mancha. Una versión, por cierto, que Leticia Ruiz destacó por su especial tratamiento de los celajes.
En ‘Modelos y variaciones’, segundo de estos apartados, la comisaria insistirá en las comparativas entre versiones. Por ejemplo, la cabeza de Cristo procedente de San Antonio (Texas) con respecto a la versión de Praga (firmada y considerada la más bella de este modelo). La muestra, continuó, incluirá dos miniaturas -«una faceta muy interesante del pintor, aunque aún poco conocida»-, una de ellas la semblanza de Francisco de Pisa expuesta en la actualidad en la exposición El Griego de Toledo, comisariada por Fernando Marías. Otras variaciones de un mismo modelo que alimentarán El Greco: arte y oficio serán las del Expolio que se conservan en el Museo de Santa Cruz y el Museo del Greco (depósito del Prado), así como versiones de la Magdalena, varios temas franciscanos y la Santa Faz. Una de las variaciones de este último tema, la que se conserva en el convento de Capuchinas de Toledo y que fue dada a conocer en la exposición sobre el Greco que la ciudad acogió en 1982, probablemente se una a la muestra.
Durante su conferencia, enmarcada dentro del ciclo sobre el pintor que organiza en la Biblioteca de Castilla-La Mancha la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Leticia Ruiz dedicó un espacio importante a la Despedida de Cristo y María en diferentes versiones: la del Museo de Santa Cruz, otra procedente de una colección suiza y una tercera conservada en Massachussets. Aparte, la historiadora del arte se refirió a la versión de una colección toledana (que no formará parte de la exposición del Museo de Santa Cruz) en la que ambos personajes aparecen representados de cuerpo entero. «Es una pintura muy dudosa, quizás una recreación moderna, pero permite especular si el Greco llegó a representar así este tema alguna vez».
‘Apóstoles y Apostolados’, el tercero de los apartados de la exposición, traerá a Toledo el conjunto de Oviedo y los nueve cuadros procedentes de Almadrones (Guadalajara), de los cuales el Museo del Prado posee cuatro representaciones. «Las cinco restantes se desperdigaron tras su venta por varias colecciones norteamericanas. Pero ahora hemos conseguido volver a reunirlas». Si sumamos a esos dos apostolados los que se conservan en el Museo del Greco (el mejor de todos para los especialistas) y la Sacristía de la Catedral, tendremos como resultado una excepcional reunión de estas pinturas en Toledo.
La cuarta parte de El Greco: arte y oficio consistirá en un bloque llamado ‘El Greco después del Greco. Epílogo del taller’, «en donde trataremos de explicar qué sucede cuando muere el artista». Esta parte de la exposición incluirá obras de Jorge Manuel Theotocópuli, el hijo del Greco, como la Cena en casa de Simón (Chicago Art Institute), y también pinturas de discípulos como Luis Tristán.